La nueva vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, todavía no ha incluido en su agenda una fecha oficial para ir a visitar Valencia y a las familias afectadas.
Una hoja de ruta que parece haber heredado de su antecesora, Teresa Ribera, quien decidió no pisar ninguno de los dieciséis municipios afectados por la DANA en Valencia. Una tragedia que ha dejado 200 fallecidos y que parece ser que no era motivo suficiente para que la exministra visitara Valencia. Una cuestión que comparte, parecer ser, con Sara Aagesen.
Aunque sí que es cierto que, según fuentes consultadas por LA RAZÓN, la actual ministra sí tiene previsto hacer visita en el terreno, aunque las críticas de la oposición arrecian porque tampoco ha fijado ninguna fecha.
El departamento de Teresa Ribera es la institución que mayo carga de responsabilidad ha tenido en relación a la gestión del desastre. Debido a que tiene el control de la Confederación Hidrográfica del Júcar, un organismo que se encarga de recoger datos sobre pluviometría y volumen de los cauces.
La Generalitat valenciana ha señalado la deficiente comunicación de la Confederación durante las horas cruciales de la DANA porque hubo hora y media sin avisos, en los que el volumen del caudal de la zona clave del barranco del Poyo pasó de 28,7 metros cúbicos por segundo a 1.686, un tiempo determinante para que el agua arrasara con todo en los municipios por los que pasó.
Teresa Ribera ni Sara Aagesen visitan las zonas afectadas por la riada en Valencia
Fue la propia Ribera quien tuvo en su conocimiento que era necesario limpiar en profundidad el Barranco del Poyo, debido a que se le presentaron varios informes advirtiéndole de la peligrosidad que podía suponer no llevar a cabo dicha limpieza.
La exvicepresidenta trató de retomar las obras en 2018, pero finalmente tuvo que claudicar ante Ximo Puig en 2021, pese a que haya tratado de endosar toda la responsabilidad a Mariano Rajoy por no haber ejecutado esas actuaciones. Según dijo Ribera, ella misma puso en marcha la posibilidad de hacer las obras en diciembre de 2011, cuando ella era secretaria de Estado con José Luis Rodríguez Zapatero y ya estaba en funciones.
Además de no haber sabido reaccionar y no intervenir el Barranco del Poyo. Teresa Ribera tardó 22 días en dar explicaciones en el Congreso, mientras que Sánchez sí pasó por las zonas afectadas aunque tuvo que huir por las protestas y ha comparecido esta misma semana en la Cámara Baja, casi un mes después.