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El acuerdo entre ERC y PSOE para apoyar la investidura de Salvador Illa sigue generando efectos colaterales y tensiones internas, especialmente dentro del espacio político Sumar. La falta de consenso sobre el pacto de financiación ha profundizado la brecha entre sus miembros, con opiniones divergentes que se manifiestan a diario.
Críticas a la soberanía fiscal
Carlos Martín Urriza, portavoz económico de Sumar, criticó el acuerdo alcanzado en Cataluña, argumentando que la «soberanía fiscal» incluida en el pacto favorece la «deserción de territorios» y podría poner en riesgo la autonomía fiscal del Estado. Urriza sostiene que este tipo de concesiones incrementa la desigualdad entre regiones y no se ha realizado a través de los mecanismos establecidos para la financiación autonómica, algo que también reclaman líderes territoriales del PP y del PSOE.
En contraste, Yolanda Díaz defendió el acuerdo entre PSOE y ERC, calificándolo como un avance positivo en las relaciones entre Cataluña y España. Díaz destacó la importancia del apoyo independentista para la investidura de Illa, algo que consideró impensable hace unos años. Estas declaraciones ponen de manifiesto las diferencias internas en Sumar, con altos dirigentes manifestando posturas opuestas.
Debate público entre dirigentes
El debate interno se reflejó públicamente cuando, un día antes de las declaraciones de Urriza, Gerardo Pisarello, otro miembro del partido, expresó una opinión favorable al acuerdo en una tribuna. Pisarello consideró que los acuerdos de investidura podrían abrir un nuevo tiempo para la democratización territorial, aunque enfatizó la necesidad de una implementación adecuada.
La polémica se extendió a otros miembros de Sumar. Compromís y Chunta Aragonesista rechazaron el acuerdo, criticando el trato favorable a Cataluña en detrimento de otras regiones como la Comunidad Valenciana y Aragón, que sufren de infrafinanciación histórica. Més per Mallorca apoyó el acuerdo, pero también exigió una financiación justa para Baleares.
Necesidad de apoyos en el Congreso
El Gobierno necesita el respaldo de estos diputados para aprobar la reforma de la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas (Lofca) y cumplir con el acuerdo alcanzado con ERC. Sin embargo, las discrepancias dentro de Sumar dificultan la consolidación de un apoyo unánime.
Posiciones de otros aliados
Otros aliados del Gobierno también han mostrado posiciones diversas. Más País, liderado por Íñigo Errejón, celebró el acuerdo, aunque pidió una financiación suficiente para todos los territorios. Izquierda Unida expresó su apoyo general al pacto, excepto en materia fiscal, argumentando que podría llevar a un sistema confederal sin mecanismos de solidaridad interterritorial. El BNG y Junts, por su parte, rechazaron el acuerdo debido a la ausencia de un «concierto económico» explícito.