El desbordamiento del Barranco del Poyo en Valencia el pasado 29 de octubre no ha sido el único incidente en el que se ha cuestionado la demora en la respuesta de las autoridades, incluida la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Un caso similar ocurrió durante una DANA en septiembre de 2019, cuando la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) no alertó a los alcaldes sobre el desbordamiento de la Rambla de Abanilla, generando críticas por la falta de comunicación preventiva en situaciones de riesgo.
Los alcaldes de las comarcas alicantinas de la Vega Baja, Emilio Bascuñana (Orihuela ) y María Gómez (Almoradí ) han confirmado que no recibieron ningún tipo de aviso o alerta de que podrían sufrir inundaciones. Aquella DANA se saldó con 6 fallecidos. La Confederación Hidrográfica del Segura es un organismo dependiente del departamento de Teresa Ribera.
Emilio Bascuñana ha relatado a través de sus redes sociales lo sucedido en septiembre de 2019: “DANAs. Aquí tampoco se avisó de la rambla de Abanilla”. Esa rambla es un curso pluvial, generalmente seco, que se reactiva en los momentos de precipitaciones intensas.
Por su lado, la alcaldesa de María Gómez recuerda: “Nos dejaron solos. Nos dijeron que estábamos en alerta roja, que llovería mucho, pero no nos avisaron del desbordamiento de la rambla de Abanilla”. “Aquel viernes, a las 12:00 horas, llamé a la Confederación Hidrográfica del Segura, porque el río es suyo. Pero pasaron las horas y no me respondió nadie”, recuerda la alcaldesa de Almoradí.
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Emilio Bascuñana cuenta en su publicación de Facebook que “nadie avisó. Nadie”: “Que nadie intente ponerse flores que no le tocan”.En un estremecedor relato, el ex alcalde de Orihuela explica que aquel fin de semana se esperaban grandes tormentas por la tarde, pero que nadie les avisó del diluvio que vino y «arrasó todo a su paso, especialmente por la rambla de Abanilla”.
Bascuñana ha destacado también que: “Tampoco en esta ocasión nadie fue capaz de preverlo y nadie nos alertó, nadie había limpiado cauces ni barrancos (competencia y responsabilidad del Ministerio a través de la CHS), nadie cerró vías de comunicación ni carreteras que el agua destruyó y que no se llevó más vidas (2 fallecidos en Orihuela y 7 en total) porque Dios no quiso”.
Bascuñana relata que tanto Carlos Mazón, entonces presidente de la Diputación de Alicante, como Ximo Puig llegaron ese sábado por la tarde, pero revela también que “ni la Confederación Hidrográfica del Segura, ni AEMET, ni ningún ministerio” les advirtió de lo que venía y no duda “de que ellos tampoco lo sabían”, en referencia a ambos presidentes.