Un informe presentado a Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica Y Reto Demográfico, recibió en 2020 por parte de la Confederación Hidrográfico del Júcar, señalaba que: “El régimen torrencial de las lluvias dadas en la cuenca del Poyo y el alto grado de urbanización de la cuenca hacen que el riesgo de inundaciones sea muy elevado”.
Este departamento dependiente del Ministerio de Teresa Ribera planteaba la remodelación del cauce del Poyo a su paso por las localidades ahora arrasadas. Pese a ello, el proyecto de construcción de un azud en el Poyo, que derivaría parte del agua en las crecidas, se guardó en un cajón.
El informe de la CHJ describía al detalle que existía cierta problemática en la zona donde han tenido lugar las inundaciones, sobre todo en las zonas de Aldaya, Paiporta, Catarroja, Alfafar, Benetúser o Sedaví, así como la destrucción de los puentes de Torrent o Picaña. Es decir, lo mismo que ocurrió el 29 de octubre. El documento describe que, si hubiera una inundación, las zonas que se verían afectadas por el desbordamiento del agua serían: Aldaia, Torrent, Alaquàs, Picanya, Paiporta, Catarroja, Albal, Beniparrell, Silla, Massanassa, Alfafar, Benetússer, Sedaví y Llocnou de la Corona. Dichas poblaciones se ven afectadas por las inundaciones que se producen en el barranco del Poyo.
El informe avisa de las zonas que se van a ver inundadas si hubiera una crecida importante de agua
El dossier informa también que es necesario un proyecto de “adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo” no sólo describía el alcance geográfico de una potencial inundación.
Señala el documento que: “A lo largo de este tramo de cauce, existen numerosos puentes y pasarelas, muchas de ellas antiguas y vinculadas a las propias poblaciones colindantes como lo son Torrente y Picaña”. Hace especial hincapié en la zona de Picañar debido a que su caudal consta de 900m³/s, lo cual le haría incapaz de asumir una crecida importante de agua, según se describe anteriormente.
También describe el documento presentado por la CHJ que: “a partir de Paiporta el cauce mantiene una capacidad máxima de 800 m³/s (…) limitación impuesta por razones urbanísticas y de infraestructuras existentes a lo largo del cauce. Este último aspecto, es decir la limitación existente aguas abajo de Paiporta, es el que en la actualidad lleva a considerar que todas las poblaciones existentes aguas abajo de dicho punto tienen un riesgo de inundación elevado”.