Imagen: policía municipal de Etxebarri
El Ayuntamiento de Etxebarri (Bizkaia) despidió en abril a un agente que había trabajado durante casi tres años en la Policía local sin contar con las acreditaciones necesarias. El falso policía, contratado en 2019 mediante un proceso interno, logró el puesto al presentar documentos falsificados que supuestamente acreditaban su paso por la academia policial de la Ertzaintza en Arkaute y su experiencia previa en otros municipios. Su caso, ahora en manos de la justicia, podría derivar en acusaciones por falsedad documental, usurpación de funciones y tenencia ilícita de armas.
Una contratación bajo sospecha
La Fiscalía de Bizkaia recibió la denuncia del Ayuntamiento, que abrió una investigación interna tras detectar irregularidades en el currículum del falso agente. Según el alcalde, Iker López Comerón (del grupo independiente La Voz del Pueblo), el acusado se presentó a un proceso de selección municipal para cubrir bajas en la plantilla policial, en un momento en que la academia de Arkaute no disponía de agentes disponibles. Fue contratado como interino en varias ocasiones hasta que las sospechas sobre sus credenciales llevaron a su despido.
Descubrimiento del engaño
La situación salió a la luz gracias a los propios compañeros del falso policía, quienes comenzaron a sospechar tras escuchar sus comentarios sobre supuestas experiencias laborales en el municipio de Leioa. Al contactar con este ayuntamiento, descubrieron que nunca había trabajado allí. Más tarde, verificaron que tampoco había completado formación en la academia. Las inconsistencias en su documentación llevaron al Ayuntamiento a iniciar un expediente informativo y, posteriormente, a trasladar el caso a la Fiscalía.
El alcalde reconoció en el pleno de mayo, un mes después del despido, que las investigaciones internas revelaron indicios de delito en la actuación del agente. López Comerón defendió la actuación del consistorio, asegurando que el caso se encuentra ahora “en sede judicial” y que no es posible comprobar minuciosamente la veracidad de cada currículum en los procesos de selección.
Tres años de desempeño sin objeciones
Pese a no contar con la formación requerida, el investigado realizó durante su tiempo en la Policía municipal “todas las tareas propias del cuerpo”, según afirmó el regidor, quien señaló que el Ayuntamiento no tuvo quejas sobre su desempeño profesional.
El caso pone de manifiesto las dificultades de los ayuntamientos para cubrir vacantes en sus fuerzas de seguridad. El alcalde explicó que, aunque los municipios vascos disponen de un convenio con la academia de Arkaute para acceder a su bolsa de agentes, esta a menudo carece de disponibilidad, obligando a los consistorios a recurrir a procesos propios de selección, como ocurrió en Etxebarri.
Reacciones y repercusiones
El despido del agente impostor generó debates en el pleno municipal, donde la oposición pidió aclaraciones sobre los procedimientos de contratación. El alcalde lamentó lo sucedido, pero defendió que los controles habituales del consistorio no detectaron las irregularidades iniciales en la documentación del investigado.
El acusado, que ha recurrido su despido, enfrenta ahora un proceso judicial que determinará si incurrió en los delitos que se le atribuyen. Mientras tanto, el caso ha expuesto las vulnerabilidades en los mecanismos de selección y verificación de personal en pequeños municipios como Etxebarri.