El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero fue recibido con fuertes críticas de un grupo de manifestantes en su aparición pública en el Ateneo de Madrid. Entre gritos de «Zapatero, alimaña, eres la vergüenza de España», los opositores al régimen de Nicolás Maduro lo acusaron de «traidor» y «vendido». Este evento, realizado para presentar el libro La democracia y sus derechos, coordinado por Zapatero, fue la primera ocasión en la que el exmandatario apareció en público tras las controvertidas elecciones venezolanas del 28 de julio.
El silencio de Zapatero tras las elecciones venezolanas
Aunque las actas de las elecciones venezolanas dieron la victoria al opositor Edmundo González, el presidente Nicolás Maduro se autoproclamó vencedor. En este contexto, Zapatero se ha mantenido como el único expresidente español que no ha solicitado al régimen de Maduro que publique las actas de los comicios. Días atrás, se reveló que Zapatero habría enviado a Eudoro González, abogado y exdiputado venezolano, como intermediario entre el chavismo y el equipo de González, con quien mantiene vínculos de su etapa política en Venezuela.
Eudoro González estuvo presente en la residencia del embajador español en Caracas, donde Edmundo González denunció haber sido objeto de «coacciones». A pesar de las acusaciones, Zapatero ha preferido guardar silencio, justificándolo por su «deber de lealtad» hacia quienes han participado en los procesos de mediación en Venezuela.
El rol de mediador de Zapatero
Zapatero defendió públicamente su papel en la salida de Edmundo González de Venezuela, facilitada el pasado 8 de septiembre. Afirmó que su experiencia en mediaciones, especialmente entre 2015 y 2018 en Venezuela, le obliga a ser «discreto» y no opinar abiertamente sobre la situación actual del país. Aunque reconoció estar al tanto de los acontecimientos, el expresidente evitó mencionar las presiones denunciadas por González, así como la presencia de los hermanos Rodríguez, aliados del chavismo, en la residencia del embajador.
Preguntas sin respuesta
Durante la rueda de prensa, quedaron sin responder varias preguntas directas de los periodistas, como si considera a Venezuela una dictadura, tal como afirmó la ministra Margarita Robles, o qué opinaba sobre la divulgación de su mediación por parte del régimen venezolano. Ante estas cuestiones, Zapatero se escudó en su rol de mediador y en la necesidad de mantener la confidencialidad para futuras intervenciones en conflictos.
El expresidente manifestó que mantiene buenas relaciones con algunos opositores venezolanos y se mostró convencido de que, eventualmente, habrá intentos de solución política para el país sudamericano. Sobre las presiones a González, Zapatero alegó haber escuchado «muchas versiones», pero prefirió no emitir juicio alguno.