Pedro Sánchez ha desplegado una estrategia dual , mientras se reunía con los presidentes autonómicos en Santander, su emisario, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, viajaba a Suiza para negociar con Carles Puigdemont. La intención de estas conversaciones no declaradas oficialmente por el PSOE ni por JxCat era garantizar el apoyo de Junts per Catalunya a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025.
Reunión discreta en Ginebra
El encuentro, celebrado en Ginebra, incluyó también la presencia de Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, y su adjunto, Juanfran Serrano. Por parte de JxCat, Puigdemont estuvo acompañado por Jordi Turull y Míriam Nogueras. Las negociaciones, según fuentes cercanas, abordaron varios temas candentes: el desbloqueo de los presupuestos, una moción de confianza presentada por Junts, y la controvertida fiscalidad sobre las energéticas y eléctricas. Los separatistas trasladaron al PSOE su descontento por lo que consideran un «menosprecio» constante hacia sus demandas. La delegación socialista, por su parte, insistió en que «se están cumpliendo los acuerdos», aunque admitieron que están lejos de alcanzar un consenso sólido. En tono crítico, Junts les recordó que «la confianza hay que ganársela y no perderla», dejando claro que no cederán fácilmente.
Mientras tanto, en Santander, Pedro Sánchez intentaba calmar los ánimos entre los presidentes autonómicos, muchos de ellos del Partido Popular, prometiendo una condonación de la deuda autonómica, aunque sin especificar un calendario claro. La falta de concreción dejó un ambiente de descontento entre los líderes regionales del PP, quienes criticaron la falta de avances tangibles. El contraste entre ambas reuniones refleja las tensiones internas y externas a las que se enfrenta el Gobierno. Por un lado, la presión de Junts, que sigue exigiendo concesiones desde su posición de fuerza en el Congreso. Por otro, el desgaste político en su relación con los barones populares, quienes se mostraron escépticos ante las promesas de Sánchez.
No es la primera vez que Zapatero actúa como enlace entre Sánchez y Puigdemont. Fuentes confirman que el expresidente ya ha realizado viajes previos a Suiza con el mismo objetivo: asegurar los apoyos necesarios para la estabilidad parlamentaria del Gobierno. Estas reuniones, sin embargo, rara vez trascienden a la esfera pública y suelen culminar sin acuerdos definitivos.
En ocasiones anteriores, el PSOE logró evitar bloqueos parlamentarios gracias a estas negociaciones, como ocurrió con la senda de déficit vinculada a los presupuestos. Sin embargo, la relación con Junts se mantiene frágil, marcada por desconfianzas y exigencias crecientes.