El informe del Instituto Juan de Mariana, titulado «Cataluña, ante su declive económico», destaca el impacto negativo que ha tenido en la economía catalana la combinación de una política excesivamente intervencionista y el proceso independentista, lo que ha aumentado la inseguridad jurídica en la región. Este declive se hace evidente al comparar con Madrid, donde se han implementado políticas económicas más liberales, generando confianza en inversores, empresarios y familias.
Los indicadores muestran claramente el deterioro económico de Cataluña en relación con Madrid. El PIB de Madrid supera al de Cataluña en 7.500 millones, a pesar de tener una población menor. La brecha de PIB per cápita entre ambas regiones se ha ampliado seis veces en tres décadas. Además, la libertad económica en Cataluña es un 25-30% menor que en Madrid, y su competitividad regional es notablemente inferior. Aunque el crecimiento del PIB en Madrid desde 2017 (11%) supera al de Cataluña (7,2%), este último está incluso por debajo del promedio nacional.
En cuanto a la inversión extranjera, Madrid recibe más del triple que Cataluña, lo que demuestra una clara preferencia de los inversores por la capital española. Esta tendencia se ve respaldada por el traslado de más de 8.700 empresas fuera de Cataluña después del 1-O, lo que incluye grandes multinacionales, filiales de corporaciones extranjeras y miles de pymes.
Tercera deuda autonómica mas alta del país la ostenta Cataluña
En términos fiscales, Cataluña presenta impuestos propios más altos y una presión fiscal normativa que supera la media autonómica en un 24%. Además, las aportaciones fiscales al Fondo de Garantía son considerablemente menores que las de Madrid. La deuda autonómica de Cataluña es la tercera más alta del país y ha aumentado significativamente en comparación con Madrid.
Aunque el presupuesto de inversiones en Cataluña ha aumentado, su ejecución ha disminuido notablemente, lo que indica un problema de eficiencia en la gestión de los recursos. Por último, los indicadores de salud y educación muestran un mejor desempeño en Madrid que en Cataluña, lo que refleja una brecha en la calidad de los servicios públicos.
Con todos estos datos el informe sirve como advertencia de que las elecciones del 12 de mayo no resolverán el declive económico de Cataluña a menos que se produzca un cambio significativo en la política económica y el contexto institucional en favor de la libertad.