«La conclusión del evento fue que España necesita recorrer un largo camino para poder asegurar una libertad económica real. La administración necesita actualizarse de forma urgente»
Diario Hércules asistió en exclusiva al evento organizado por La Fundación para el Avance de la Libertad el pasado día 1, en el aula de Value School (Madrid), en la que se buscaba explicar el «modelo económico estonio”.
Los organizadores llaman así al conjunto de estrategias sostenidas durante décadas por la más septentrional de las repúblicas bálticas en materia de fiscalidad, política económica, atracción de talento e inversiones, y digitalización. Todas ellas la han convertido en un caso de éxito como país, tanto a nivel europeo como global.
Estonia es el sexto país del mundo con mayor libertad económica según el índice anual que elaboran Heritage Foundation y el Wall Street Journal, el más competitivo fiscalmente de toda la OCDE según el ranking de la Tax Foundation, uno de los mejores en los índices más reconocidos de calidad de la Justicia y en el de percepción de la corrupción elaborado por Transparency International, siendo prácticamente nulo el problema de corrupción; y además es un país pionero en transformación digital, con una aplicación avanzadísima de tecnologías blockchain y con un programa de e-residency internacional que favorece a decenas de miles de empresarios de todo el mundo al permitirles establecerse virtualmente en Estonia, es decir, en la Unión Europea.
Pero Estonia no sólo da la bienvenida a las empresas, sino que también se esfuerza en atraer talento profesional procedente de todo el planeta.
Especialmente en los últimos años, ya bajo el gobierno de la reconocida primera ministra Kaja Kallas, líder del Reformierakond, partido liberal de su país, Estonia se ha convertido en uno de los mayores polos de desarrollo de Europa. El milagro estonio compite ya con el irlandés por su rapidez y pujanza, y el pequeño país se encamina a superar los niveles de renta propios de la región occidental del Viejo Continente.
Estonia como modelo
La historia de éxitos de Estonia comenzó hace apenas tres décadas y media, cuando pudo recuperar su independencia y zafarse de la garra rusa con el hundimiento de la Unión Soviética. Mientras sociedades como la española rechazan masivamente el capitalismo en todos los estudios sociométricos, en Estonia había hambre de libertad económica, y saciarla está llevando al país a los mejores niveles de vida del planeta, porque el capitalismo funciona.
Abrió la jornada Roxana Nicula, presidenta de la Fundación para el Avance de la Libertad, y realizó la clausura el embajador estonio en Madrid, Andres Rundu. En los paneles, moderados por Juan Pina, secretario general de la Fundación, y por la economista Paola Serracchiani, intervinieron expertos llegados de Tallinn, como Erika Piirmets y Leonardo Ortega, responsables, respectivamente, de acompañar la transformación digital de las empresas y de atraer a Estonia capital humano de todo el mundo.
Se unieron a ellos Inmaculada González, experta en e-government y fundadora de la empresa española GOBE, una de las principales de ese sector en nuestro país; y el profesor Gustavo Martínez de la Universidad Francisco Marroquín. La Tax Foundation, principal think tank mundial en materia de fiscalidad, aportó al evento la disertación de su economista Cristina Enache, que desmenuzó la impresionante fiscalidad estonia, la más competitiva de los treinta y ocho países más industrializados.
Una solución para España
Lo más interesante, a parte de conocer la situación de Estonia, fueron los consejos dados por los diferentes expertos a la administración española. De acuerdo con todos ellos, en especial Inmaculada González, dejaban en claro una realidad incómoda. La administración española se encuentra anquilosada, y es necesario adoptar modelos digitales innovadores para poder asegurar la libertad económica y el emprendimiento.
Así, un sistema de e-governance permitiría al Estado no sólo ser mas efectivo, sino también proporcionar una mayor confianza y velocidad a sus ciudadanos, favoreciendo así que la administración deje de ser ese «infierno, en palabras del profesor Gustavo Martínez, para poder lograr una mejor relación con la ciudadanía.
Además, el proceso de digitalización aceleraría los trámites, lo que permitiría que el tejido empresarial nacional fuese capaz de construir y adaptarse de una forma mucho más efectiva.
Erika Piirmets declaraba en su intervención que desde Estonia se recomendaba a España desarrollar un verdadero plan de actualización administrativo, pues eso, lejos de suponer un coste, permitía una reducción del tamaño del Estado lo que, en última instancia, podía favorecer a bajadas de impuestos y menos gasto público constante.
El evento se cerraba con una declaración del embajador en la que deseaba la mejor de las suertes a España en su proceso de transformación, así como abogaba por que la colaboración entre ambos países, cada vez más amplia, llegue a consolidarse en todos los órdenes; comercial, económico y social.
