La empresa de biotecnología alemana BioNTech reportó una pérdida de 665,3 millones de euros (721 millones de dólares) en 2024, debido a la caída en la demanda de sus vacunas contra el COVID-19, según su informe financiero publicado el lunes. Después de haber obtenido un beneficio de 930,3 millones de euros en 2023, la compañía no reportó ganancias por primera vez desde 2019. Los ingresos de BioNTech se redujeron en un 27% en comparación con el año anterior, alcanzando los 2.750 millones de euros.
La disminución de los ingresos se atribuyó principalmente a una baja en las ventas de las vacunas COVID-19 debido a la disminución de la demanda, además de que las amortizaciones relacionadas con su socio Pfizer afectaron significativamente la participación en el beneficio bruto de la empresa. Como resultado, el beneficio neto por acción pasó de 3,83 euros en 2023 a una pérdida de 2,77 euros en 2024.
A pesar de los malos resultados financieros, BioNTech prevé ingresos entre 1.700 y 2.200 millones de euros para este año. La compañía también mantiene recursos suficientes para continuar con el desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer, con 17.400 millones de euros en efectivo y valores a finales de 2024.
El CEO de BioNTech, profesor Ugur Sahin, expresó que esperan un 2025 con grandes avances en sus programas prioritarios, los cuales consideran disruptivos y con el potencial de mejorar el estándar de atención en caso de ser aprobados. La empresa generó más de 20.000 millones de euros por la venta de su vacuna COVID-19, desarrollada junto con Pfizer.
BioNTech, una empresa alemana de biotecnología, desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de una de las primeras vacunas contra el COVID-19, Comirnaty, en colaboración con Pfizer. Esta vacuna utiliza tecnología de ARNm para estimular una respuesta inmune contra el virus. Fue un logro revolucionario, ya que se desarrolló y autorizó para uso de emergencia en un tiempo récord durante la pandemia.
Recientemente, BioNTech ha enfrentado desafíos, incluyendo una disminución en las ventas de vacunas y disputas de patentes en curso con Moderna sobre la tecnología de ARNm. A pesar de estos obstáculos, la empresa se está enfocando en avanzar en su cartera de oncología y otros tratamientos innovadores.