La humanidad se enfrenta a grandes problemas: guerras, epidemias, crisis económicas, abastecimiento energético… Pero, sin duda, hay un problema que supera a todos los demás, y es que la humanidad va hacia un colapso demográfico. En ocasiones pensamos que la baja natalidad es sólo un problema en España o en Europa, pero no, es un problema en casi todo el planeta.
La tasa promedio de sustitución para una población se sitúa en 2,1 hijos por mujer, una cifra que aporta cierta estabilidad. España hace tiempo que bajó de esa cifra, actualmente estamos en 1,16, esto quiere decir que España, literalmente, se muere. Al contrario que en paro juvenil, donde vamos a la cabeza, en esto hay países que están peor que nosotros, como por ejemplo Corea del Sur, con una tasa de 0,72, es decir, menos de un hijo por mujer. Si ampliamos el campo de visión, vemos que hay muy pocos lugares con altas tasas de natalidad, únicamente el centro de África y países del medio oriente, pero tarde o temprano llegarán a nuestra situación, simplemente están alargando el proceso.
Ni siquiera países como China, con una tasa de 1,18, o India, con 2,01, están creciendo. Poco a poco, estos países comenzarán a decrecer poblacionalmente. Es cierto que no tenemos una bola de cristal para poder observar el futuro, pero según las estimaciones el porvenir es realmente malo. Por ejemplo, Níger, es el país más fértil del planeta, con una tasa de 6,82, según las estimaciones, en 2050, esa tasa habrá descendido a 4,25, y en 2100, a 2,22. Para el próximo siglo, únicamente ocho países en todo el planeta tendrán una tasa de natalidad superior a 2,1: Níger, Benín, Costa de Marfil, Togo, Mayotte, Senegal, Vanuatu y Chad. En definitiva, parece que la humanidad se esté suicidando poco a poco, cuando lleguemos a ese punto seguramente ni usted ni yo estaremos vivos, pero eso no quita para que nos preocupemos por el futuro de la especie humana.
Es curioso, porque los lugares más pobres del mundo, aparentemente, son los que actualmente están creciendo demográficamente. Por lo tanto, en Europa no nacen niños por otras causas, no creo que la riqueza sea un factor determinante en la natalidad. Factores como la religión, proyecciones de futuro, la idea de familia, el feminismo o incluso la cada vez menor fertilidad de los hombres, son factores realmente determinantes en este tema.
Para los decrecientitas de izquierdas, esto no debería ser un problema, cuantos menos seamos más ricos seremos, ya que conciben la riqueza como un juego de suma cero repartido entre las personas. Pero no es así, la población significa riqueza, de hecho, cuantos más seamos, más ricos seremos. La Gran Sociedad de la que hablaba Hayek sólo puede funcionar con un gran número de personas, la interacción humana y la cooperación es lo que crea riqueza. El recurso más valioso que tiene la humanidad no es el petróleo, el hierro o el gas, es el cerebro humano. Nuestra capacidad mental es la que consigue transformar lo que antes no era nada, en algo valioso. Por lo tanto, la natalidad es el gran desafío que tiene la humanidad de aquí a finales de siglo.