Hércules

Registrarse

|

Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

|

25 Mar 2025
25 Mar 2025
EN VIVO

El virus que arrasa España

Un virus silencioso invade el país. Existe antes que el COVID, y sus efectos son muchos peores. Produce ceguera, pérdida selectiva de audición, amnesia a corto plazo y, en no pocas ocasiones, la muerte del paciente al frente del espacio público

Los primeros síntomas son las contradicciones y, con ellas, los dolores de cabeza. Esta etapa temprana se caracteriza por un exceso de justificaciones sin un éxito notable por parte del paciente. Es en este momento cuando el médico debe estar alerta por si aparecen nuevos síntomas que nos avisen que, efectivamente, la persona se ha contagiado de Ideología.

Si el virus se contagia, la ceguera suele aparecer de inmediato. En este punto se da un fenómeno curioso: no importa cuánto coincidas en el estilo de vida con una persona, cuando surgen ciertos temas candentes, el virus se manifiesta y comienza la confrontación. Feminismo, independentismo, estado de bienestar, constitución, tauromaquia, pensiones, aborto o religión son solo algunos de los ejemplos donde se hace más notable la enfermedad, dificultando la comunicación efectiva.

En otras ocasiones, el virus afecta al habla: lo que dice el paciente y lo que hace no siempre coinciden. Es común que el portador empiece a defender posturas para las que no está preparado, o se escandalice por consecuencias que, en el fondo, está dispuesto a asumir.

Etapas más desarrolladas de la enfermedad producen también fiebres emocionales. Este es sin duda el síntoma por el que muchas personas terminan por conocer su contagio. Las emociones se convierten ahora en aquello que guía al paciente, y la búsqueda de justicia nubla cualquier tipo de análisis de la realidad. En este punto no hay contradicción posible: todo pasa por un filtro emocional que engloba la realidad en buenos y malos, por lo que el paciente está seguro de estar en el bando correcto.

Una vez se ha cedido terreno a la enfermedad, el paciente empieza a sufrir de pérdida de memoria al corto plazo. Quienes padecen de Ideología pueden pasar de una postura a su opuesta en apenas un par de derivadas mentales, sin notar contradicción alguna. Es común, además, escuchar a los infectados hablar de grandes verdades morales universales: paz, libertad, familia, bien o igualdad son sus temas favoritos.

Una vez se tiene al paciente diagnosticado, atravesará una etapa de negación y pérdida de capacidad de escucha. A nivel físico no sufre ningún problema, pero su cerebro desarrolla un mecanismo de filtrado que selecciona únicamente un discurso en particular. Así surge una sordera selectiva que termina reduciendo al paciente a eslóganes y fundamentos con poco contenido real.

Es en este momento y no en otro cuando el paciente experimenta un punto de inflexión: se aleja de la realidad. A partir de aquí pueden suceder dos cosas: o toma el impulso final para seguir desarrollando su enfermedad hasta que, tarde o temprano, encuentre una salida, o comienza a cruzar información y, poco a poco, empieza a despertar. A partir de aquí, la recomendación de los expertos es clara: una exposición prolongada al pensamiento crítico, la lectura de fuentes variadas y el ejercicio del debate honesto pueden ser clave para la recuperación. También se hace hincapié en que se abran debates que resulten difíciles de tratar. Es en ese espacio donde se encuentra la llave del entendimiento mutuo. Mientras no se hable de lo realmente importante con todo el espectro de información, no se podrá avanzar en el tema en cuestión y el virus no se erradicará por completo.

Mientras tanto, la comunidad médica alerta sobre aquellos lugares donde puede contagiarse. Las redes sociales, los medios de comunicación, y los líderes de opinión son los caldos de cultivo perfectos. Se pide mucha atención cuando comiencen los síntomas: emociones fuertes, búsqueda de una justicia inequívoca, audición selectiva, o tener la razón demasiadas veces son los más destacados. Tras ello, se produce la ruptura real: la falsa sensación de estar continuamente a favor de lo bueno y en contra de lo malo.

Es ese el momento en el que los expertos recomiendan llamar a emergencias: ese amigo que, con seguridad, piensa distinto a ti. Solo él podrá salvarte.

Comparte la nota

Leave a Comment

Noticias relacionadas

El futuro de la Pelota Vasca en peligro: ¿deporte o arma política?

Ver como tu deporte al que dedicas horas y esfuerzo aparece en los medios generalistas...

La justicia politizada ante la Inteligencia artificial

Con todos los matices que se quiera, contrasta la claridad de la Inteligencia Artificial con...
No hay más noticias
Scroll to Top

Secciones

Secciones