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Decir que en los últimos años «hemos asistido» al auge de los influencers de política en Instagram es decir mucho. Mientras que los medios se afanan en dar cobertura a las broncas políticas que se arman en X (aka Twitter) y el usuario medio de esta red se cree que el mundo se reduce a los trending topics que ven cada noche repantigados en el sofá después de cenar, los investigadores en comunicación política le siguen dando crédito y se empeñan investigar esta plataforma aun cuando hace años que se demostró que no hay en ella nada parecido a una «democracia deliberativa» –no hay en realidad nada interesante que estudiar en X; es un tema, es un sitio agotado–.
La política, un producto cada vez más consumido entre los jóvenes en internet
Mientras todo eso ocurre, por lo que es imposible que se asista al auge de nada, el auge ocurre, y en Instagram va cogiendo peso la nueva figura de los influencers de política, cuentas cuya principal dedicación y fama viene de la creación de contenido sobre política en esta y otras redes sociales. Luego se sorprenden de que Alvise Pérez, que venía de ahí, con casi medio millón de seguidores en Instagram, consiguiera escaños en las últimas elecciones al Parlamento Europeo. Era Telegram, pero también era Instagram.
Los influencers no solo se dedican al estilo de vida, al gastro, la música y el baile; no solo influyen en las decisiones de consumo, sino que han comenzado a desempeñar un papel crucial en la participación política, especialmente entre los jóvenes. Según el estudio que les vengo a contar, los 60 influencers políticos más relevantes en España acumulan más de 6 millones de seguidores, una media de 30 mil interacciones por publicación y una tasa de engagement de casi el 4% –un 18% de las cuentas supera un roespectacular 10% de engagement rate–.
Los datos evidencian la magnitud del fenómeno, a lo que se debe sumar que el 76% de la audiencia de estos perfiles tiene menos de 35 años para subrayar el impacto de sus opiniones en las generaciones jóvenes y el potencial largo recorrido de su impronta en el imaginario político de las mismas. En un contexto en el que más del 69% de los jóvenes entre 18 y 25 años siguen a influencers en redes sociales, su capacidad para incidir en la participación política no puede subestimarse.
El fenómeno y sus números viene con unos pocos interrogantes: ¿estamos ante una evolución positiva de la democracia, con más jóvenes interesados en los asuntos públicos gracias a estos influencers? ¿O la espectacularización de la política que promueven –lo que se ha venido en llamar politainment–, con la exposición de complejos debates públicos en vídeos de menos de un minuto y medio empobrece el debate público? ¿Qué clase de activismo o de participación política puede esperarse cuando la política se trata como un espectáculo más? Todavía estamos investigando el fenómeno para dar respuestas con un mínimo de fundamento.
El aumento por el interés en números
Lo que sí sabemos hasta ahora es que gran parte de estos perfiles han conseguido más de 100 mil seguidores en menos de dos años, lo que denota un interés creciente por parte de la audiencia en la actividad que desarrollan. Que el 65% son hombres y el 68% tienen menos de 35 años –es en buena medida la política de los jóvenes para los jóvenes–. Además, el 90% posee estudios universitarios, mayoritariamente en ciencias sociales y derecho. Siendo activistas los menos, estos influencers abordan temas relacionados con el activismo y la justicia social –estas temáticas promueven la interacción–: feminismo, derechos LGTBIQ+ y antirracismo; mucho menos los asuntos medioambientales.
Como formato, utilizan en su mayoría el reel corto, se ponen ante la cámara y comentan el tema político de actualidad; en menor medida, gustan del carrusel de imágenes –capturas de pantalla de medios en su mayoría– y tiran del comentario en la descripción del post. Utilizan estrategias de simplificación y dramatización para captar la atención de su audiencia. Y desinforman mucho. Esto último lo dejamos para la segunda parte…
—El contenido de este artículo es una síntesis en clave opinativa del estudio Influencers políticos en Instagram: los nuevos agentes digitales de la participación política en España llevado a cabo por investigadores de la Universidad CEU San Pablo y la Universidad Nebrija con la colaboración del software Shinebuzz desarrollado por SamyRoad. La investigación fue publicada íntegra en RECERCA. Revista De Pensament I Anàlisi el mes de agosto de 2024. Accede a la investigación completa aquí.