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24 Apr 2025
24 Apr 2025
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Oughourlian, la última esperanza de El País

El empresario tendrá que enfrentarse a la ira del PSOE, acostumbrado a manejar Prisa a su voluntad durante los últimos años


El País, incluso con su decadencia a lo largo de los últimos años, ha sido y, probablemente todavía lo sea, uno de los mayores referentes periodísticos de nuestro país. No cabe olvidarse que tras el 1976, año de su fundación, se convirtió en el primer ejemplo de periodismo moderno en España que daba fin a una época marcada por un formato de información de bastante poca calidad. 40 años de censura habían construido una prensa nada relevante, afín al régimen y excesivamente centrada, más que en informar, en construir una imagen positiva del propio país para los españoles. Todo parecía el NODO y salvo honrosas excepciones, como la labor del ABC o algunas publicaciones de Pueblo, el periodismo español estaba completamente anquilosado y necesitado de renovación.


Así surgieron publicaciones como Cambio 16 o El País que, marcados por una nueva hornada de periodistas, lograron construir, durante la época de la transición y la década de los 80, una prensa que destacaba, casi demasiado dirían algunos, por su independencia y la valentía para informar sin tapujos de lo que sucedía.


No obstante, y aunque todavía haya ciertos nostálgicos que sientan fascinación por la publicación de Prisa, como el que escribe, lo cierto es que desde la llegada al poder de Sánchez y los cambios directivos que ocurrieron en consecuencia en el grupo mediático, la calidad de la información se ha reducido hasta puntos casi vergonzosos. Una publicación, mítica de la nuestra historia, quedó convertida en una especie de Pravda, el órgano oficial de expresión del Gobierno. Una camarilla de periodistas, supongo más por necesidad que por voluntad, comenzó a utilizar las páginas de la cabecera para legitimar a la autoridad en cada una de sus acciones, construyendo castillos de naipes, cada vez más endebles, para poder justificar las acciones de un presidente con constantes cambios de opinión, según su propia forma de expresarlo.


No obstante, este férreo control de Moncloa parece haberse roto tras las luchas internas del grupo que se han saldado con la victoria aparente de Joseph Oughourlian, un empresario francés dirigente del grupo Amber, un gran fondo de inversiones con sede en Londres. Y es que desde 2015 es miembro del consejo de administración de Prisa y desde 2019 vicepresidente del grupo.
Ahora bien, ha sido este año, tras una cruenta lucha interna, cuando el francés ha logrado convertirse en presidente del Grupo El País y ha iniciado su andadura con una dura editorial en la que atacaba al Gobierno y buscaba, según sus propias palabras, defender la “libertad editorial”. Sea esto un deseo sincero o una necesidad debido a la bajada de lectores de El País, que cierra su peor año en cuanto a los rankings de las principales auditorias de medios, lo cierto es que este nuevo rumbo se encontrará con una dura oposición tanto interna como externa.


Sólo cabe esperar qué nos deparará el liderazgo de Oughourlian, pero probablemente veamos una lucha de poder en los próximos meses con El País sufriendo bajas constantes hasta que, por un lado, o el otro, un bando logre hacerse con el control. No obstante, si el francés pierde, será el fin de una de las publicaciones más importantes de la historia de España, ya que Moncloa no dejará títere con cabeza. Oughourlian, les guste o no a aquellos que construyeron el Pravda en Prisa, es la última oportunidad para salvar la cabecera.

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1 thought on “Oughourlian, la última esperanza de El País”

  1. Madre mía, acabo de ver que escribes en La Razón, jaja, y te atreves a criticar la falta de neutralidad de El País ¿no tienes sentido del ridículo?

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