El tiempo no perdona a nadie, todos los imperios caen, incluso el de Pedro Sánchez. Parecía que el presidente del Gobierno era intocable, que nada le podía pasar, pero Sánchez comienza a estar como en la primera película de Rambo, acorralado. Y, como Rambo, será capaz de llevarse a quien se ponga delante para poder sobrevivir. Las últimas investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil están revelando datos muy incómodos, no sólo para Pedro, sino para muchos jerarcas del PSOE.
Poco a poco vamos viendo como el caso Begoña, el caso Koldo, el caso Delcy, son toda una misma trama que es el caso PSOE. Todos los caminos llevan a Roma, igual que todas las tramas llevan a Sánchez. Es imposible que Sánchez no tuviera constancia de todos los delitos de los que se está acusando al PSOE. La última noticia es que la Fiscalía ha rechazado la querella de la primera dama del PSOE, Begoña Gómez, al juez Peinado. Esto nos ha sorprendido a muchos, ya que la Fiscalía ya sabemos de quién depende, y es que ese es el problema de la política, que cuando tu poder se debilita te conviertes en carroña para las hienas. Buena cuenta de ello puede dar José Luis Ábalos, quien ha pasado de ser socialista ejemplar y gran amigo a un paria. El pobre ya no tiene ni secretaria.
No creo que el gran líder dimita, ha tenido muchas oportunidades para hacerlo estos últimos años, pero es muy probable que convoque elecciones, elecciones que tendría muy complicadas. Recordemos, Pedro Sánchez es temporal, pero el PSOE es eterno. El partido está preparando un sucesor al trono, saben que Sánchez es un juguete político roto, no da más de sí. Sánchez ha destrozado el PSOE por dentro, lo ha convertido en un erial, y eso lo va a pagar a corto plazo el partido socialista.
Pese a todo, sigo siendo pesimista en este sentido: los 120 escaños de suelo que tiene el PSOE no se los quita nadie. Es posible que estemos ante el mayor escándalo de corrupción de la historia de España, por lo menos a nivel moral, ya que gran parte del Gobierno estaba robando mientras todos los españoles estaban encerrados ilegalmente en sus casas. La tremenda legitimidad que tiene la izquierda en este país convierte al PSOE en un partido invencible. El discurso de que viene el fascismo de los mercados (PP) funciona perfectamente.
Lo que está claro es que más pronto que tarde nos vamos a quitar de encima al político más totalitario, inmoral y destructivo que ha tenido la democracia española, al menos eso es un avance. No sabemos lo que nos deparará el PSOE del futuro, algo malo seguro, pero esperemos que no tan o más malo que Sánchez.