Aldama ha cantado de lo lindo al salir de prisión. Al contrario que otros de sus correligionarios, este corrupto empresario ha decidido llevárselos a todos por delante y, ya que lo van a hundir, no irse sólo a prisión. No le valdrá de mucho, creo yo, porque la condena va a ser importante, pero al menos podrá tener la satisfacción de ser el único que ha podido cumplir con el “si hablo, caen todos”.
Ahora bien, y pese a todas estas informaciones, el equipo de opinión sincronizada no tardará mucho en responder a esto. Por ejemplo, y pese a la gravedad de todo lo dicho por Aldama, el diario El País ha decido dedicarle un ínfimo espacio, una esquina de la portada- que no se diga tampoco- a estas declaraciones. Destacando, eso por supuesto, en grande y a todo color, el éxito de la reforma fiscal del Gobierno. Ni una foto se han dignado a poner. Una pequeña al menos, chicos, que hay que aparentar.
Y es que hay que estar preparados, aunque parezca mentira, ante la respuesta institucional. Se va a negar todo, absolutamente todo. No habrá ni una dimisión y cualquier medio que difunda estas informaciones, como se supone que es la labor de la prensa, entrará inmediatamente en la categoría de pseudomedio, o incluso inframedio, tal vez cuasimedio. Estoy esperando con verdadera expectación el momento en el que ya nos llamen hijos de puta.
Por desgracia estos son los tiempos en los que ha tocado vivir, y ahora, si cabe más que antes, comenzará una retórica agresiva y violenta contra cualquiera que se atreva a dar esas informaciones o, si se pudiese, hasta quien las comente en un bar. El equipo mediático de la Moncloa se ocupará de ello. Tal vez hasta le dediquen un programa especial en ese nefasto espacio que es “Conspiranoicos”, el nuevo esperpento de la Sexta.
Ahora, a la prensa sin partido- que no sin valores- como es el caso de Hércules Diario, entre muchos otros, le toca resistir y seguir presionando. Porque Sánchez es ahora un animal arrinconado y va a responder con fuerza. Toca hacerse eco de cada información y tratar de aportar nuevos datos, por pequeños que sean, a la ciudadanía sobre los desfalcos del Gobierno. Porque esa es la labor de la prensa, incluso si esos datos te hacen perder audiencia o lectores o enfadar al político de turno.
Da igual que ellos digan que es bulo, hay que seguir, no para hundir a Sánchez en concreto, sino para demostrar a cualquier gobierno que, cuando se comete un delito, se paga. Por mucho que quieran hacer pasar esto como un bulo o presionar, en este caso, hay que hacer igual que Aldama. Si hay que caer, que no sea solos.