En una secuencia de la segunda parte del documental que ha comercializado MAX (antes HBO) titulado el “El caso Sancho” se ve la escalinata del Tribunal Provincial de Samui, en el que se ha sentenciado a muerte (conmutada por cadena perpetua) a Daniel Sancho por el asesinato, descuartizamiento y ocultación del Doctor Edwin Arrieta Arteaga. En los peldaños que están arriba, junto a las puertas de entrada al tribunal, se ve un grupo de personas, hablando. El padre del acusado y parte de su equipo legal. Al pie, reporteros esperando para grabar lo que dijera la defensa. Rodolfo Sancho inicia el descenso de la escalinata y llama a su persona de absoluta confianza en Tailandia, Alice Tassanapan, que da órdenes a los acompañantes del actor, “Let him be the hero, Let him be the hero for one day», afirma. Quiere que Sancho se acerque a los periodistas sin acompañantes (“dejadle ser el héroe, dejadle que lo sea por un día”). Gran sonrisa de Rodolfo Sancho.
El documental presenta un formato similar al de otros canales, la ambientación musical está lograda y las imágenes están cuidadas. Pero en su contenido, la propia distribución de los tiempos arroja un desequilibrio en la presencia de las familias implicadas, lo que impide extraer conclusiones claras en la narrativa audiovisual sobre lo que sucedió el 2 de agosto del pasado año, en la isla de Koh Phangan. Aunque tras visionar la pieza lo cierto es que se pueden extraer datos interesantes sobre el comportamiento de los actores que intervinieron en caso. El primero, es el que abre este artículo, Rodolfo Sancho.
El segundo, es el papel de algunos medios en la cobertura del crimen y las consecuencias asociadas. El jueves 3 de agosto de 2023, a las 17:37 horas, el bangkokpost.com publicó la primera noticia del crimen, “Encuentran la pelvis de un hombre en el vertedero de la isla de fiesta de luna llena”
Un día más tarde, el viernes 4 de agosto a las 17:19 horas el mismo diario, informa que un español es interrogado por el hallazgo de partes de un cuerpo en Koh Phangan.
La agencia EFE, de ámbito estatal, tiene corresponsalía en Asia, algo que permite la cobertura de cualquier noticia sin necesidad de enviar a un corresponsal ad hoc. La Agencia EFE está muy presente en el documental del Caso Sancho, a través de su corresponsal, Ramón Abarca. En el primer corte de su intervención en el documental, Abarca afirma que recuerda muy bien que el miércoles 3 de agosto de 2023 leyó una noticia en la prensa local tailandesa que informaba que habían aparecido restos humanos en una incineradora de la isla de Koh Phangan pero no consideró que fuera importante para sus clientes (España y Latinoamérica). Admite que el día 4 (el día siguiente) la prensa local informó que se encontraban implicados un ciudadano español y un ciudadano colombiano. “Saltaron todas las alarmas para nosotros, contacté con la comisaria y dieron el nombre del implicado. Inicialmente no caímos quien era ese español, pero cuando nos dimos cuenta de quien era (el hijo de un actor español) y siendo conscientes de que en pleno agosto tendría bastantes consecuencias, decidimos no publicar nada el viernes 4”.
Temor por ser “quien era”
Lo cierto es que la crónica de EFE sobre el crimen no llegó a las redacciones de los medios españoles, hasta la tarde del sábado 5 de agosto de 2024. Y no fue hasta el domingo 6 (el día siguiente) que el reportero no se trasladó hasta la isla en la que Daniel Sancho se encontraba detenido, y lo hizo, según sus propias palabras “con mucho cuidado y temor por la trascendencia que iba a tener el caso, ya que era hijo y nieto de quien era (2 actores) y que el impacto de la noticia iba a ser tremendo”.
El periodista español pudo acceder a Daniel Sancho desde que llegó a la comisaria, hasta en dos ocasiones. En la primera le confesó que había asesinado de forma premeditada a Edwin Arrieta Arteaga. La segunda conversación fue “larga, porque él lo que quiere es hablar, no quiere estar solo en el calabozo., durante media hora hablamos de muchas cosas”, afirma Ramón Abarca. La crónica de EFE no desveló ningún testimonio directo del detenido.
La Agencia EFE cuenta una publicación que establece el marco profesional que deben seguir todos los miembros de su plantilla. Hace pocos meses se ha editado el Nuevo libro del estilo urgente, que recoge las normas básicas de la actividad informativa de la Agencia EFE en sus aspectos éticos, profesionales y lingüísticos. Es un texto de gran utilidad y no solo para los periodistas de EFE, es una obra de consulta frecuente por profesionales dada su calidad. En su articulado recoge qué hacer en las situaciones en que haya conflictos de interés. En él se establece que quienes formen parte de la redacción en plantilla de EFE no podrán trabajar simultáneamente en publicidad, relaciones públicas, asesoría de prensa y de imagen o actividades similares. También regula la aparición en medios, participación en actos y conferencias de los periodistas en plantilla, de hecho, deben ser autorizadas por la persona responsable de cada departamento. Asimismo, si un periodista de EFE recibe una solicitud para ser entrevistado en relación con su trabajo en la Agencia, debe ponerlo en conocimiento de su superior directo, quien informará a la dirección de Comunicación. En todos los casos, y aunque la invitación haya sido cursada personalmente, no debe olvidar que está representando a la Agencia y debe evitar situaciones que puedan poner en entredicho la imparcialidad de EFE.
El proceso de verificación de los contenidos de las noticias difundidas por EFE, es obligatorio con el fin de proporcionar una “información veraz, precisa y contrastada”. En particular, las noticias de sucesos y la relacionada con fuentes policiales, deben cumplirse el precepto de incluir las posturas de todas las partes. El cumplimiento del Libro de Estilo de EFE es obligatorio en la Agencia. Por lo tanto, la decisión de retardar la publicación de la primera crónica del caso Sancho o la escasa presencia de la víctima respecto a la del victimario en las crónicas no pudo ser unilateral por parte de la corresponsalía, ubicada en Bankok.
Espectáculo sesgado
Extrapolando el caso Sancho, a otros escenarios informativos tales como la detención de asesinos como John Wayne Gazy, Ted Bundy o David Richard Berkowitz, conocido como «El hijo de Sam» no habrían saltado a los medios de forma inmediata. Si nos atenemos a la notoriedad de los implicados en crímenes o magnicidios, John Hinckley Jr, que atentó gravemente contra el presidente Ronald Reagan, ¿por qué no se ocultó a los medios su detención? O, actualmente y al hilo de los acontecimientos, la detención del presunto tirador que atentó contra Donald Trump, en su club de golf, ¿debería haberse dado de forma inmediata?
Parece que habrá dos entregas más del documental de Max, el equilibrio en las fuentes que incluyan podría dar un sentido informativo a estos programas, de no ser así el sesgo actual se mantendrá y seguirá siendo un espectáculo rentable desde el punto de vista empresarial, que seguirá alimentando tertulias en la televisión. Al mismo tiempo diremos adiós a la función informativa de los medios en asuntos de enorme gravedad, como este crimen atroz con zonas de sombra que no se investigan. Por ahora el componente económico parece ganar enteros: 1,3 millones de euros de Edwin Arrieta para empezar una vida en España, junto a Daniel Sancho. ¿Dónde está ese dinero? ese sería un excelente tema para una pieza de EFE TV.