Imagen: Manifestantes por la causa palestina por las calles de Washington. EFE/EPA/Jim Lo Scalzo
El activismo propalestino en España ha cobrado fuerza en los últimos meses, especialmente tras la escalada del conflicto en Gaza. La comparación con el conflicto Rusia-Ucrania también ha sido otro punto de debate, ya que algunos consideran que la respuesta a Palestina ha sido menos enérgica por parte de las instituciones oficiales, lo que ha movilizado aún más a los manifestantes.
Este domingo, el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), ha cifrado en 41.431 los palestinos muertos debido a la ofensiva desencadenada por el Ejército de Israel contra el enclave tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo islamista. Otros 95.818 han resultado heridos desde esa fecha, hace ya más de once meses.
Estas cifras dan cuenta de lo ocurrido en Palestina en el último año. No obstante, desde la creación del Estado de Israel en 1948, decenas de miles de personas, tanto civiles como militares, han muerto en el conflicto por el control del territorio de la Palestina histórica y en especial por el régimen de colonialismo de asentamiento sionista establecido por Israel. Esta política ha dado lugar a innumerables enfrentamientos que se han cobrado la vida de miles de personas, en su mayoría de origen palestino.
Sin embargo, el conflicto ha ganado más visibilidad mediática a partir del ataque de Hamás del 7 de octubre y, con ello, las protestas a favor de Palestina se han intensificado. Este día, combatientes del grupo islámico y de otras milicias palestinas irrumpieron en el sur de Israel, matando a 1.200 personas y tomando 251 rehenes, según los recuentos israelíes. Desde entonces, los bombardeos por parte del país hebreo hacia la población palestina no han cesado.
Ante esta escalada de violencia, miles de españoles han salido a la calle a reclamar el fin de la guerra en Gaza. Pero no solo ahora. En España, el apoyo al pueblo palestino tiene raíces que se remontan a varias décadas atrás, pero tomó una mayor relevancia a partir del año 2000, coincidiendo con el inicio de la Segunda Intifada.
La Segunda Intifada
La Intifada de Al Aqsa fue más mortífera y sofisticada en sus métodos y en sus armas que la primera. Se desencadenó el 29 de septiembre del año 2000, a raíz de la visita del entonces primer ministro israelí Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas, un lugar sagrado musulmán. A ojos de los palestinos, esta visita era una grave provocación. La tensión aumentó en pocas horas y, al día siguiente, en la oración del viernes, los palestinos congregados en la explanada lanzaron piedras a los judíos que rezaban en el Muro de las Lamentaciones. La policía israelí respondió con fuego real y mató a siete palestinos, mientras los disturbios se extendían por todo el Jerusalén árabe.
La escalada de violencia fue brutal. Israel comenzó a ocupar los territorios que ya había cedido a la administración palestina, mientras que los atentados suicidas se sucedían en lugares frecuentados por civiles israelíes. El balance mortal entre 2000 y 2008, contando civiles y militares, se estima en unos 5.200 palestinos y alrededor de 1.000 israelíes, según la organización de Derechos Humanos israelí B’Tselem.
El 3 de octubre del año 2000, tan solo cuatro días después del estallido de la Segunda Intifada, la Asociación de la Comunidad Hispano-Palestina y el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe convocaron una manifestación de rechazo ante la “represión israelí que ha causado en los últimos días más de un centenar de muertos”, según indicaban en un comunicado, ante la Embajada israelí en Madrid.
La Delegación del Gobierno no autorizó la protesta y desplazó a decenas de policías para impedirla. Surgieron los forcejeos y un miembro del Comité fue detenido y, según denuncian las asociaciones, golpeado. Entre los manifestantes había familias palestinas y árabes residentes en España.
Las principales organizaciones en apoyo a Palestina
El embrión de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) ocurrió en 2004 con el llamamiento al boicot académico que los profesores e investigadores palestinos hicieron aquel año a sus colegas, sobre todo europeos. Les instaban a romper las relaciones institucionales con sus homólogos israelíes en tanto estos no denunciaran a sus universidades y centros de investigación por su complicidad con la ocupación y la discriminación. En su reflexión destacaban la necesidad de implementar formas de desobediencia civil que rompieran con la espiral de violencia fruto de la Segunda Intifada.
Fue en este contexto en el que los palestinos de los territorios ocupados lanzaron la campaña BDS al margen de la política. En sus 18 años de recorrido, el movimiento BDS ha logrado tejer importantes alianzas con diversos actores para llevar a cabo sus campañas y ha cosechado numerosos éxitos tanto en el ámbito del boicot económico como en el del cultural, que inició en 2004. A día de hoy, el BDS sigue siendo una de las principales estrategias de resistencia no-violenta del pueblo palestino.
Este movimiento ha impulsado campañas para que instituciones académicas, culturales y empresariales españolas corten lazos con Israel en protesta por la ocupación de los territorios palestinos. Además, el conflicto en Gaza (2008-2009 y 2014) reavivó la movilización ciudadana, lo que llevó a protestas en todo el país.
En España, las iniciativas son diversas y autónomas, si bien la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) las canaliza. En enero de 2010, la RESCOP emitía un comunicando, señalando que Israel “no es sólo el país del planeta que más resoluciones de la ONU incumple de forma sistemática, sino que contraviene también tratados internacionales y acuerdos como la Convención de Ginebra”.
Por ello, continuaban insistiendo en aplicar a Israel una campaña de boicot, sanciones y desinversión, apuntando que “no estamos contra los judíos ni contra los ciudadanos del estado de Israel”. Su objetivo era, por tanto, “derribar la ideología sionista que mantiene a un pueblo prisionero en su tierra mientras la explota a su beneficio”.
España con el pueblo palestino
En España, la sociedad civil siempre se ha mostrado solidaria en su apoyo a Palestina. Ejemplo de ello son las innumerables manifestaciones que han tenido lugar a lo largo de este siglo por todo el territorio español. Estas fueron algunas de ellas.
10 de noviembre de 2003: Protesta en la Puerta del Sol
El 10 de noviembre de 2003, la Puerta del Sol de Madrid fue escenario de una protesta contra la construcción del muro en Palestina y en la que se exigió a la comunidad internacional “detener este crimen” contra la humanidad y reconocer los derechos del pueblo palestino. La concentración reunió a cerca de un millar de personas, según los convocantes.
El acto, en el que un grupo de jóvenes escenificó un control militar del Ejército israelí a palestinos, concluyó con la lectura de un manifiesto por parte de la cantante Cristina del Valle y el despliegue de una bandera palestina, de 20 metros de largo por 10 de ancho, que sobrevoló a los concentrados hasta derribar un muro de papel colocado detrás de ellos.
En el manifiesto, firmado por PSOE, IU, CCOO, UGT, Grupo de Palestina/Plataforma 2015, Foro Social de Madrid y Unión de Actores, entre otros, se exigía «el envío urgente de un cuerpo de observación internacional bajo mandato de Naciones Unidas para salvaguardar la integridad de todo el pueblo palestino» ante los «efectos devastadores de esta ocupación» por parte del Gobierno israelí.
Asimismo, subrayaba la «más enérgica repulsa» ante la construcción de este muro que conlleva la «destrucción de casas, escuelas y acueductos, la confiscación de tierras y de cultivos», y pedía el desmantelamiento de los tramos ya existentes, la devolución de las tierras y la concesión de indemnizaciones por los daños ocasionados.
20 de mayo de 2004
La Plataforma Cultura Contra la Guerra, el Foro Social de Madrid, la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, Ecologistas en Acción y la Asamblea contra la Globalización y la Guerra convocaron una concentración en defensa del pueblo palestino.
En ella, los manifestantes denunciaron el agravamiento de la situación padecida por la población palestina en los territorios ocupados en los últimos días. Consideraban que las demoliciones de casas, que dejaron más de 1.600 palestinos sin hogar, y los bombardeos y disparos sobre la población civil podrían ser considerados crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
En paralelo, estudiantes universitarios madrileños convocaron a través de sms una manifestación de protesta un día antes entre la Plaza de Castilla y Cuatro Caminos. Bajo el lema ‘No al castigo colectivo al pueblo palestino’ se convocó otra concentración para el día 29 del mismo mes ante la embajada de Israel.
6 de junio de 2005
Varios centenares de madrileños reclamaron por las calles del centro de Madrid el final de la ocupación de EEUU en Irak y de Israel en los territorios palestinos, en una manifestación convocada por diversas asociaciones, y encabezada por el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares.
La marcha que recorrió el trayecto que va desde la plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol bajo el lema ‘Por el fin de la ocupación en Irak y Palestina’, tenía como objetivo pedir a EEUU que reintegre la soberanía total de Irak y al Ejército israelí que se retire de los territorios ocupados en Gaza y Cisjordania.
Los manifestantes, que entonaban cánticos como ‘Que viva la lucha del pueblo palestino’ o ‘Bush, Sharon, terroristas son’, desplegaron una bandera palestina de seis por nueve metros, ocupando toda la calzada.
20 de julio de 2006
PSOE, IU, CCOO, UGT y diversas ONG convocaron una manifestación en Madrid y en otras provincias españolas como Barcelona, Valencia, Zaragoza o Valladolid, por la paz en Oriente Próximo y en rechazo a la «desproporcionada» acción militar israelí en el Líbano y Gaza.
Bajo el lema ‘Paz en Oriente Próximo’, en todas estas ciudades, los convocantes y los asistentes realizaron un llamamiento para que cese «de inmediato» la intervención militar, puesto que «no se pueden consentir más actos de guerra que cuestionen las legítimas aspiraciones y derechos de las poblaciones que aspiran a vivir en paz y con dignidad».
11 de enero de 2009
«Gaza libre, justa paz», «Viva la lucha del pueblo palestino». Miles de madrileños salieron a la calle con carteles que llevan estos mensajes. Según los organizadores de la marcha, unas 250.000 personas se convocaron en el centro de la ciudad bajo el lema “Paremos el genocidio en Gaza”.
En la cabecera de la manifestación, se encontraba un amplio número de palestinos que gritan frases como «no es una guerra, es un genocidio» y «todos somos palestinos» y, tras ellos, varios artistas como Pilar Bardem, Aitana Sánchez Gijón, Verónica Forqué y Juan Diego Botto, entre otros, y representantes del PSOE, IU y los sindicatos CCOO, UGT, USO y de colectivos pacifistas.
La manifestación formaba parte de una serie de movilizaciones promovidas por la asociación para denunciar los bombardeos contra Gaza. Ese mismo día, miles de personas se manifestaron en todo el mundo contra la ofensiva israelí.
Enero y abril de 2024
Durante la siguiente década, cada año se convocaban decenas de movilizaciones que pedían el fin de la guerra en Gaza, hasta a día de hoy. El 20 de enero de 2024, decenas de miles de personas por todo el país participaban en manifestaciones que pedían contundencia al Gobierno de Pedro Sánchez contra Israel, animadas por la demanda de Sudáfrica por genocidio ante la ONU e indignadas con la respuesta internacional ante las muertes masivas de civiles palestinos. En Madrid protestaron 25.000 personas, según la delegación del Gobierno, y 50.000, según los convocantes; y en Barcelona, Valencia Sevilla o Granada también han marchado multitudes.
Otra manifestación, el 21 de abril de 2024, concentró a miles de personas en un centenar de ciudades españolas para reclamar un alto el fuego en Palestina y pedir al Gobierno que rompa todo tipo de relaciones con Israel.
Las manifestaciones fueron convocadas por la Rescop, que ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez el fin del comercio de armas y relaciones con Israel, así como la libertad de las “más de 7.000 personas detenidas de manera irregular por el Gobierno de Netanyahu”.
El movimiento estudiantil y las históricas acampadas por Palestina
El 29 de abril se prendía por primera vez en España la mecha de las acampadas universitarias propalestina contra el genocidio israelí en la Franja de Gaza. Los estudiantes de la Universitat de València, en consonancia con los esfuerzos realizados por los estudiantes de países como EEUU, Francia o Japón, se sumaban a lo que acabaría derivando en un movimiento social global de protesta contra la connivencia entre las instituciones públicas y el Estado de Israel.
Desde entonces, en España se fueron formando progresivamente asentamientos masivos en Barcelona, Euskadi, Navarra, Sevilla, Madrid, Alacant, Málaga y Granada, entre otras ciudades.
Muchas universidades lograron, gracias a su tenacidad y resistencia frente a la represión institucional, que sus respectivos rectorados accedieran a todas o buena parte de sus peticiones y cortasen vínculos con empresas y centros académicos israelíes.
Con todo, estas acampadas se han erigido como un referente histórico en la lucha por Palestina en todo el país y han revelado el profundo poder transformador de una juventud concienciada y comprometida con las injusticias sociales.