Imagen: Una mujer fuma en una terraza. Álex Zea / Europa Press
La Comisión Europea (CE) ha recomendado a los estados miembros a extender las zonas libres de humo en aquellos espacios recreativos al aire libre donde sea probable la presencia de niños, como bares y restaurantes, parques de atracciones, piscinas y paradas de autobús.
Además, aboga por la prohibición en estas áreas no solo del cigarrillo tradicional, sino también de las nuevas formas como el electrónico o los productos de tabaco calentado (HTPS), que han ganado popularidad entre los jóvenes y se comercializan con frecuencia bajo afirmaciones engañosas sobre su seguridad. La Comisión subraya que estos productos pueden causar dependencia a la nicotina y aumentar el consumo tanto de tabaco tradicional como de los nuevos dispositivos, lo que los convierte en una amenaza para la salud pública.
El objetivo de Bruselas es tener una “generación libre de tabaco” para 2040 y, sobre todo, reducir los graves problemas de salud de fumadores y de las víctimas del humo ajeno. “Tenemos la obligación de proteger a nuestros ciudadanos, en especial a los niños y los jóvenes, de la exposición de humo y emisiones dañinas”, ha dicho la comisaria de Salud Stella Kyriakides, quien durante el mandato que ahora termina ha dado un fuerte impulso a la lucha contra el cáncer del que ella misma fue víctima.
El consumo de tabaco sigue siendo el mayor riesgo evitable para la salud en la UE y es responsable de la muerte de hasta 700.000 ciudadanos europeos cada año, “decenas de miles de ellos por exposición al humo de segunda mano”, ha recordado la chipriota. Es también la principal causa de cáncer prevenible: el 27% de todos los tipos de cáncer están vinculados al tabaquismo, según datos de la Comisión Europea.
Para ayudar a la prevención del tabaquismo, Bruselas destinará una subvención directa de 16 millones de euros del programa EU4Health y 80 millones de euros del programa Horizon. Asimismo, según han destacado, la CE desarrollará “un conjunto de herramientas de prevención para apoyar la protección de la salud de los niños y los jóvenes”.
No son recomendaciones vinculantes
Si bien estas recomendaciones no son vinculantes, el organismo insta a los Estados miembros a incorporarlas en sus estrategias nacionales de salud pública, adaptándolas a sus necesidades específicas. El conjunto de estas propuestas es, en realidad, una actualización de la recomendación de noviembre de 2009 sobre los entornos libres de humo.
El nuevo texto busca ampliar estos espacios y también incluir en la prohibición las nuevas formas de consumo de tabaco, que todavía eran desconocidas cuando se elaboró el texto original en 2009.
La Comisión propone ampliar las políticas nacionales de espacios libres de humo a espacios al aire libre claves como zonas de juego, parques de atracciones, zoos o piscinas, donde se concentran gran cantidad de menores. Pero también plantea extenderlo a otros puntos de gran afluencia, como las paradas y estaciones de transporte público, desde trenes, autobuses a aeropuertos, así como zonas exteriores de establecimientos sanitarios y escolares, incluidas las universidades, entradas a centros comerciales o a edificios públicos, entre otros.
La medida, agrega, debería hacerse también extensiva a “cualquier espacio” abierto o semicerrado de establecimientos de servicios, es decir, las “terrazas, azoteas, patios” y otros lugares reservados asociados a bares, cafés y restaurantes.