Imagen: El hombre que se cambió de sexo y está acusado de violencia de género abandona los juzgados tras la sesión de su juicio en Sevilla este martes. José Manuel Vidal / EFE
La Ley Trans a la que intentó acogerse tras registrarse en el Registro Civil como mujer no le ha servido para eludir la cárcel. El sevillano ha sido condenado a 3 años y 4 meses de cárcel por violencia de género a sus dos últimas parejas, y pasará su estancia en la prisión en el centro penitenciario Sevilla I. Según confirmaba su defensa, “siempre se ha sentido mujer” y ahora es “una persona nueva”, que nada tiene que ver con aquella que maltrató a sus víctimas.
Sin embargo, su petición de indulto ha sido desestimada y el acusado ha sido juzgado por las dos sentencias que tenía en su contra. La segunda ya era firme y es la que le ha condenado a la citada pena. Pero en julio de 2023, realizó los trámites necesarios para darse de alta con el nombre de Milán, alegando que se sentía mujer pese a haber nacido hombre.
Lo hizo al amparo de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, conocida como ‘Ley Trans’, que recoge en su artículo 43 que toda persona mayor de 16 años de nacionalidad española podrá solicitar en el Registro Civil el cambio registral de su sexo sin que sea necesario para ello presentar informes médicos o psicológicos ni someterse a un proceso médico de cambio de sexo.
Fraude de ley
La estrategia no le funcionó. La abogada de las dos mujeres María José Atoche aseguró que el acusado no presentó nunca rasgo o indicio de querer cambiar de sexo legalmente “e incluso en el proceso judicial pasó por dos pruebas psiquiátricas y nunca mostró circunstancia alguna parecida”.
Durante el juicio, el acusado alegó que sufría una psicopatía, lo que también fue desestimado.
En España, una persona que padezca psicopatía será imputable solamente si es capaz de comprender la ilicitud de sus actos o dirige sus acciones conforme a esa comprensión; o será inimputable, si su voluntad se ve afectada por enfermedad mental, siempre y cuando fueren analizados de manera muy particular y contemplando las circunstancias de cada caso.
Quebrantó las órdenes de alejamiento
Las mujeres mantuvieron una relación con él hace cuatro años, en ocasiones de forma simultánea sin saberlo, y tras conocerse presentaron sendas denuncias contra él el 31 de enero de 2019, por malos tratos, lesiones, coacciones o vejaciones.
La abogada concretó que quebrantó las dos órdenes de alejamiento y estuvo ocho meses en prisión preventiva, además de ser condenado inicialmente a ocho meses de prisión y a trabajos en beneficio de la comunidad, y llegó a llevar un dispositivo electrónico que controlaba que no se acercase a una de ellas.
En el caso de la otra víctima, el juicio tuvo lugar en marzo de 2023, mismo mes que se dictó la sentencia, confirmada por la Audiencia de Sevilla, que le rebajó unos meses de pena, uniendo a la de prisión el pago de 8.000 euros en concepto de indemnización.
Los expertos juristas han apuntado que estas estrategias tienen poco recorrido legal ya que, tal y como se recoge en el artículo 46 de la Ley Trans, la rectificación del sexo registral no altera la responsabilidad jurídica de nadie.