Imagen archivo Eduardo Zaplana. | Europa Press
El tribunal de la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha decidido mantener en libertad provisional al expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo Eduardo Zaplana, tras la sentencia a 10 años de cárcel por corrupción y como autor de los delitos de prevaricación, cohecho, falsedad y blanqueo de capitales por el cobro de mordidas de un adjudicatario en el llamado caso Erial.
El tribunal rechaza el ingreso inmediato en prisión y deja al dirigente del PP en libertad, sin fianza, y con las medidas cautelares de retirada de pasaporte, prohibición de salida del territorio nacional y comparecencia mensual en sede judicial. En un auto notificado a las partes, el tribunal rechaza la petición de la Fiscalía de que ingrese en prisión provisional porque entiende que el riesgo de fuga “es inexistente”.
Los magistrados argumentan para fundamentar su resolución que Zaplana «goza de arraigo familiar, social e incluso médico en el territorio nacional», un arraigo «que hace difícil pensar en que vaya a abandonar» ese mismo territorio nacional para evitar cumplir las penas que le han sido impuestas.
Además, la sala recuerda que su patrimonio en el extranjero y también en España «ha sido ya intervenido mediante los comisos y las medidas cautelares reales adoptadas en esta causa» y se encuentra por tanto «a disposición de la Justicia española», hecho que «también reduce sus capacidades económicas a la hora de planificar una salida del territorio nacional, que no consta en modo alguno que haya intentado».
En esta línea, el Tribunal señala que Zaplana no ha mostrado hasta ahora «ningún gesto o signo» que lleve a considerar que tenga intención de eludir la acción de la Justicia y de no aceptar el cumplimiento de las penas una vez sean declaradas firmes.
Así, desde que el juzgado instructor de esta causa decretó su libertad provisional, el 7 de febrero de 2019, con medidas cautelares similares a las que se mantienen ahora, «ha estado cumpliendo puntualmente» con la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado de su domicilio.
También ha estado presente en todas las sesiones del juicio oral «y no ha faltado a ningún llamamiento judicial», precisa la Sección Cuarta de la Audiencia valenciana, «incluso cuando su línea de defensa pudo verse comprometida, al aceptar algunos de los acusados su responsabilidad de los hechos por los que se les acusaba».
El abogado de Zaplana alude a su enfermedad
En la vista, celebrada el pasado 7 de noviembre, Eduardo Zaplana dijo no tener intención de fugarse para no cumplir la condena. “No está en mi ánimo fugarme”, dijo. Su abogado abundó en esta idea y aludió a su enfermedad y por arraigo familiar: “No hay ni el más mínimo indicio de riesgo. Tiene su casa, su familia, y todo lo tiene en España”.
Sobre su enfermedad, el letrado presentó un informe forense de 2019 en el que se advertía de que su internamiento en prisión suponía un “grave riesgo para su salud”. Ese informe, de hace cinco años, es que el que se esgrimió para trasladar el dirigente del PP de prisión al Hospital La Fe de Valencia del que salió 50 días después y tras bloquearle más de seis millones de euros que tenía en el extranjero, procedentes de las mordidas cobradas por el amaño del contrato de las ITV valencianas.