Imagen: Gtres
La becaria mexicana que inició el proceso judicial contra el promotor musical Nacho Cano, ha declarado finalmente ante el juzgado de instrucción número 19 de Madrid. Tras dos intentos fallidos, la joven de 28 años acudió este jueves acompañada de su nuevo abogado, Alfredo Arrién, para ratificar «punto por punto» su denuncia presentada en enero en la comisaría de Centro. Según fuentes presentes en la sala, Ochoa reafirmó que existía un plan previamente diseñado para traer a España a los becarios como turistas, aunque en realidad venían a trabajar en el espectáculo Malinche.
A su salida del juzgado, Ochoa evitó responder preguntas de los medios y, en su lugar, entonó la canción Lucha de gigantes frente a las cámaras. Su declaración, que duró más de dos horas, se produce en medio de un proceso judicial complicado, marcado por denuncias cruzadas y maniobras legales para desacreditarla.
Una batalla legal plagada de obstáculos
La defensa de Nacho Cano ha centrado sus esfuerzos en restar credibilidad a Ochoa y a los informes policiales, argumentando que el compositor es víctima de una persecución mediática y política debido a su relación con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Entre las estrategias utilizadas, se encuentran denuncias contra la becaria por presuntas amenazas y la presentación de mensajes de WhatsApp que, según la defensa, demuestran intentos de chantaje por parte de Ochoa.
Roxana Drexel, directora de operaciones del espectáculo Malinche y también investigada en el caso, calificó a Ochoa de «mala persona» y aseguró que la joven fue retirada de la compañía por conflictos con otros estudiantes. A pesar de estas acusaciones, la jueza desestimó los documentos aportados por la defensa, considerándolos «irrelevantes» para el caso, que investiga delitos contra los derechos de los trabajadores extranjeros y de favorecimiento de la inmigración irregular.
El papel de la Inspección de Trabajo
Además de Ochoa, también declaró este jueves la subinspectora de trabajo encargada del informe sobre la situación legal de los 18 becarios mexicanos traídos por la compañía de Cano. Aunque la inspectora concluyó que los jóvenes realizaban prácticas no laborales bajo el amparo de una beca, admitió que dicha formación no era reglada ni oficial, lo que llevó a la Delegación del Gobierno a denegar sus permisos de estudio.
Según el informe policial, esta falta de autorización confirma que los becarios no eran estudiantes, sino trabajadores en situación irregular, contratados para ensayar y participar en el espectáculo. Malinche, que actualmente se encuentra en su tercera temporada en la Feria de Ifema en Madrid, está en el centro de esta polémica judicial.
Respuesta de Cano y el futuro del caso
El enfrentamiento entre Nacho Cano y las autoridades ha escalado, con el comisario de la Policía Nacional, Alberto Carba, advirtiendo al artista de una posible querella por injurias y calumnias. Cano, por su parte, respondió públicamente con declaraciones desafiantes, cuestionando la investigación policial y sugiriendo que el caso es una fabricación para contentar a superiores.
La jueza que instruye la causa deberá decidir sobre la contradicción entre los testimonios y los informes presentados. Mientras tanto, los estudiantes regresaron a México en agosto sin prestar declaración, recibidos con muestras de apoyo por parte de sus familiares y amigos. El proceso, que promete ser largo y complicado, se enfrenta ahora a la resolución de estos puntos clave en las próximas etapas judiciales.