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Una magistrada de Madrid ha desestimado una querella presentada por Vox contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. El partido político acusaba a Gómez de tráfico de influencias en la contratación de un software para la Universidad Complutense de Madrid, donde ella ha codirigido una cátedra. Sin embargo, la jueza ha señalado que las acusaciones se basan en «meras sospechas y conjeturas» sin pruebas concretas.
La falta de influencia en la contratación
En el auto emitido por el Juzgado de Instrucción número 34 de Madrid, se aclara que no existen indicios de que Begoña Gómez haya ejercido alguna influencia en el proceso de contratación. La jueza destacó que no hay pruebas de que Gómez interviniera en las decisiones del funcionario que aprobó la tramitación del expediente, ni sobre los miembros de la mesa de contratación.
Vox no especifica los requisitos técnicos
Vox había argumentado que Gómez carecía de «la cualificación técnica necesaria» para firmar el pliego de prescripciones técnicas del expediente. Sin embargo, la jueza señaló que la querella no especifica qué tipo de cualificación era necesaria para esa tarea, debilitando así las acusaciones del partido.
Trayectoria profesional de Gómez
La jueza también recordó que Begoña Gómez comenzó su carrera en la Universidad Complutense en 2012, mucho antes de que su esposo asumiera la presidencia del Gobierno. Gómez ha sido codirectora de estudios de formación continua en la universidad, y actualmente codirige un máster, lo que sugiere que cuenta con experiencia profesional relevante, independientemente de su relación con Sánchez. La jueza subraya que su parentesco no es motivo suficiente para asumir tráfico de influencias.
Denuncias sobre la adjudicación y la empresa Transforma TSC
Vox también había denunciado el proceso de adjudicación de una plataforma tecnológica por 60.000 euros a la empresa Deloitte en octubre de 2023, y la posterior creación de la empresa Transforma TSC, vinculada a Gómez. Según la querella, Gómez habría utilizado su estatus como esposa del presidente para facilitar de manera subrepticia actividades empresariales en la Universidad Complutense. Sin embargo, la jueza desestimó esta acusación, calificándola de especulativa y sin base sólida.
Finalmente, la magistrada Coro Monreal decidió no iniciar una investigación formal al considerar que no existen indicios suficientes para sospechar la comisión de un delito, señalando que el relato de Vox se basa en meras conjeturas. Así, el caso ha sido archivado sin mayor recorrido judicial.