El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su rotunda oposición a la posibilidad de conceder a Cataluña una financiación singular, calificándola de «privilegio» y acusando a sus defensores de intentar «quedarse con el dinero de todos».
Las declaraciones se produjeron durante un acto inaugural en la localidad conquense de Santa María de los Llanos, donde García-Page arremetió contra los esfuerzos de algunos grupos por alcanzar una «independencia por piezas» y «fases», comenzando por el reparto de recursos económicos.
En su discurso, García-Page criticó duramente el concepto de singularidad en referencia a Cataluña y su financiación, cuestionando si esta singularidad implica «tener policía autonómica o competencia en prisiones», algo que «ya paga el Estado, no hace falta más».
Además, se preguntó irónicamente si la singularidad se refiere a «hablar otro idioma» o «tener mar», argumentando que no debería haber singularidad en la financiación de servicios esenciales como la educación. «No caigan en la trampa. Es mentira, es cuento, es privilegio, es querer quedarse con el dinero de todos», aseveró.
El presidente manchego anticipó que el próximo curso político «va a venir muy cargado de problemas de financiación» y advirtió sobre situaciones «que no van a gustar». Comparó el actual Estado de las Autonomías con la construcción de un puzzle, señalando que «el momento de más ansiedad es cuando las piezas están descolocadas y no sabes por dónde empezar». Subrayó que la actual etapa se caracteriza por el hecho de que «algunos se dedican a descolocar permanentemente las piezas del puzzle constitucional».
Page en contra de la financiación singular de Cataluña
García-Page enfatizó que «el objetivo de los próximos años tiene que ser volver a recolocar las piezas en su sitio» para preservar lo que «siempre ha funcionado muy bien». Añadió que «nadie debe imaginarse que puede cambiar el puzzle sin romper otras piezas. Ese es el drama, que algunos piensan que no se rompe nada, pero sí hombre, sí».
Refiriéndose nuevamente al concepto de singularidad, García-Page destacó que la verdadera singularidad de Castilla-La Mancha es «la del millón de personas de esta tierra que ha tenido que emigrar para buscarse la vida porque aquí no había de dónde tirar». Pese a esta realidad, lamentó que «hoy hay gente que está con un solo objetivo, que es romper el puzzle, quedarse con la caja de todos».
Las palabras de García-Page reflejan una postura firme y crítica ante las demandas de financiación diferenciada para Cataluña, subrayando su compromiso con la equidad y la cohesión territorial en España.