Imagen: Soldados rusos emplean un lanzagranadas contra las tropas ucranianas en Kursk. RUSSIAN DEFENCE MINISTRY HANDOUT. EFE
El ejército ucraniano ha expandido su ofensiva en la región rusa de Kursk, de manera que ha abierto un segundo flanco de ataque, un nuevo sector de avance que se sitúa a unos 40 kilómetros de la zona en la que se inició la ofensiva sorpresa del 6 de agosto. Es una zona situada al oeste de Glushkovo, donde Ucrania intenta aislar más de 50 localidades y a las fuerzas rusas en la zona a través de la destrucción de los puentes sobre el río Seim al norte.
Más de 11 kilómetros cuadrados de territorio ruso han quedado bajo control ucraniano al oeste de Glushkovo, donde está surgiendo un nuevo frente a unos 35 kilómetros de distancia de la zona capturada al oeste de Sudzha. La localidad de Otruba y sus inmediaciones han sido conquistadas por Ucrania, según la plataforma de análisis DeepState, que señala que otros seis kilómetros y la localidad de Tétkino se encuentran en disputa.
Las fuerzas ucranianas están ahora presentes al oeste del distrito atacado de Glushkovo y también al este, donde siguieron avanzando con la toma de las localidades de Snagost y Apanasovka. Al sur se halla la frontera con Ucrania y en el norte, la mayor parte del distrito está separada del resto del territorio ruso por el río Seim.
Rusia intenta defenderse
El ejército ruso ya está desplegando en Seim pontones que sustituyan a los puentes anulados por Ucrania, unos pontones que pueden ser destruidos con misiles de precisión de la aviación ucraniana, según Defense Express. Imágenes de satélite han confirmado este martes que uno de estos ya fue anulado el domingo por las fuerzas ucranias, tan solo 48 horas después de desplegarse.
El Ministerio de Exteriores ruso acusó el viernes a Kiev de imposibilitar la evacuación de civiles con la destrucción de estos puentes. Además, Moscú ha asegurado que Ucrania ha utilizado los misiles de precisión Himars en esta acción.
El presidente ucranio Volodímir Zelenski reclamó el lunes que se acelere la entrega de armamento de sus aliados, y que Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido y Francia autoricen el uso de misiles de largo alcance en suelo ruso, una restricción que mantienen para Kiev. En la invasión de territorio ruso están siendo determinantes la munición y los blindados de infantería aportados por la OTAN.
El líder ucranio subrayó que se han conseguido dos objetivos primordiales de la operación en Kursk: crear una zona segura en la frontera contra acciones militares rusas y capturar a cientos de prisioneros de guerra que servirán para liberar a soldados ucranios apresados por las tropas del Kremlin.