La Generalitat, con su estructura administrativa y salarios elevados para ciertos cargos, genera una serie de comparaciones que revelan disparidades notables en relación con otras regiones de España, como Madrid y la Comunidad Valenciana.
Desigualdad salarial en la Policía
Uno de los ejemplos más llamativos de esta discrepancia se encuentra en las retribuciones salariales entre los Mossos d’Esquadra y las fuerzas de seguridad estatales. Un comisario de los Mossos, que aparentemente mostró complicidad o negligencia en el caso de Carles Puigdemont, recibe un salario anual de 92.414 euros. En contraste, un comisario de la Policía Nacional en Barcelona, al que se le excluyó del operativo sobre Puigdemont, gana 45.000 euros, el mismo sueldo que un cabo de Mossos, que se encuentra en un rango inferior dentro del cuerpo.
La diferencia salarial es aún más marcada al considerar otros rangos. Por ejemplo, un jefe de protocolo en la Conselleria de Agricultura gana 72.897 euros al año, una cifra superior en un 25% al salario de un magistrado de un Tribunal Superior de Justicia y en un 32% al de un médico de atención primaria en Cataluña. Además, los salarios de otros cargos administrativos y de asesoramiento en la Generalitat superan a los de profesionales con responsabilidades equivalentes en el sector público estatal, como coroneles de la Guardia Civil o investigadores de renombre en centros de biología molecular.
Los Mossos d’Esquadra tienen una presencia significativa en Cataluña, con una plantilla de 19.711 agentes. Esta cifra se compara favorablemente con las fuerzas de seguridad estatales, que suman 156.400 efectivos (74.458 de la Policía Nacional y 81.995 de la Guardia Civil). La proporción de agentes de policía en Cataluña es de 1 por cada 299 habitantes, que se espera que mejore con los nuevos reclutas prometidos por el presidente Salvador Illa. Esta proporción es mejor que la media nacional de 1 agente por cada 307 habitantes.
A pesar de este despliegue y de los salarios más altos, la eficacia de los Mossos en la lucha contra el crimen no supera a la de la Policía Nacional y la Guardia Civil, según los datos más recientes del Ministerio del Interior. Esto sugiere que una mayor inversión en personal no siempre se traduce en una mayor eficacia en la seguridad.
Gasto Público en Sanidad y Educación
El sistema sanitario catalán, con un presupuesto de 14.017 millones de euros para una población de 8 millones de habitantes, es el de mayor gasto en España. Sin embargo, el elevado presupuesto no siempre se refleja en una mejor atención sanitaria. Las listas de espera en Cataluña son un claro ejemplo de esta ineficiencia. En comparación, Andalucía, con menos presupuesto y una población mayor, también enfrenta desafíos significativos en la gestión de su sistema sanitario.
En cuanto al sistema educativo, Cataluña también presenta disparidades. Con un gasto público por alumno de 6.920 euros, supera a Madrid (5.886 euros) y se acerca a la Comunidad Valenciana (6.793 euros). A pesar de este mayor gasto, los resultados académicos medidos en el informe PISA no demuestran una correlación directa con una mayor calidad educativa. Salvador Illa, en una reciente entrevista, sugirió que los expertos prevén entre cuatro y seis años para observar mejoras significativas en los resultados educativos.