Imagen: Sumar, ERC, EH Bildu, Podemos y BNG registran junto al Sindicato de Inquilinas de Cataluña una proposición de ley para regular los alquileres de temporada. Europa Press/EH Bildu
El Congreso ha rechazado este martes la admisión a trámite de una proposición de ley para regular el alquiler de temporada y recortar su duración a los seis meses. Se trata de un texto promovido por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos, que llevan denunciando desde hace meses que este tipo de contratos son el principal agujero del que se sirven los caseros para evitar la regulación de precios en la Ley de Vivienda, aprobada en la legislatura pasada.
A pesar de que Junts había anunciado que se iba a abstener, finalmente han decidido posicionarse en contra, por lo que la votación ha quedado con 172 votos a favor de PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV, Podemos, BNG, Coalición Canaria y José Luis Ábalos, exdiputado socialista ahora integrado en el Grupo Mixto; y 178 votos en contra del partido catalán, PP y Vox.
Después de varias semanas de negociaciones lideradas por Sumar, que ha impulsado junto a Podemos, EH Bildu y el BNG esta ley redactada por los sindicatos de inquilinos, la mayoría de los grupos habían anunciado previamente el sentido de su voto. Junts, con un discurso muy crítico, había trasladado la posibilidad de una abstención que habría permitido la tramitación de la ley por un solo voto, aunque finalmente se ha decidido por el ‘no’.
Esto es lo que planteaba la propuesta legislativa
Al no estar sujetos a la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), sino al Código Civil, es decir, a la voluntad de las partes, los contratos de temporada y los de habitaciones permiten a los arrendadores subir los precios cada seis o nueve meses a inquilinos que viven en esa vivienda de forma estable y tampoco están sujetos a las limitaciones de precios de la ley de vivienda.
La propuesta legislativa –firmada por Sumar, EH Bildu, ERC y BNG–, proponía modificar la LAU para incluir esos contratos en su ámbito de aplicación y fijaba en seis meses la duración máxima de un alquiler temporal, un punto con el que casi ningún grupo político se ha mostrado de acuerdo.
Según el texto, después de dos contratos de seis meses encadenados, el alquiler pasaría a considerarse de residencia habitual, con los beneficios que eso supone para el arrendatario. También obligaba al arrendador a especificar en ellos la causa de la temporalidad, las circunstancias concretas que la justifican y su conexión con la duración prevista, de forma que, si no lo hacía, también se consideraría residencia habitual.
Sumar pide acabar con las grietas en la Ley de Vivienda
“El alquiler de temporada se ha convertido en una rendija por la cual los propietarios pueden cometer fraude de ley”, ha denunciado el portavoz de Sumar Íñigo Errejón, que ha defendido el texto en el debate de hoy. “La LAU obliga al arrendador a realizar contratos de cinco o siete años, durante los cuales no se puede subir más allá del IPC el precio del alquiler. ¿Qué hacen? Muchos propietarios hacen un uso fraudulento de los contratos de temporada y por tanto pueden subir el precio de alquiler año a año o echar a los inquilinos”, ha denunciado.
“Quería que mis primeras palabras fueran de agradecimiento y de reconocimiento a los sindicatos de inquilinos e inquilinas que son quienes han impulsado esta ley para regular el alquiler de temporada, que no es otra cosa que el gran agujero que el Partido Socialista dejó en la Ley de Vivienda”, ha dicho la secretaria general de Podemos Ione Belarra, que firmó como ministra de Derechos Sociales esa norma.