El director catalán, Albert Serra, director del documental protagonizado por el torero Andrés Roca Rey. Con este cortometraje, Serra se introduce de lleno en el mundo de los toros: “La tauromaquia es un valor positivo y es mejor que exista”.
Esta película presentada por el director catalán en el Festival de Cine de San Sebastián es una de esas películas que se atreve a desafiar los prejuicios como es en este caso el tema de la tauromaquia, para elevarla a un plano en el que no se mire desde un punto de vista político ni social. Sino pare presentar la realidad de un tema que está a la orden del día.
‘Tardes de soledad’ es el primer documental de Albert Serra, en la que utiliza los mismos métodos técnicos que en sus películas de ficción, para mostrar la figura de Andrés Roca Rey, el torero de origen peruano que en estos momentos es uno de los grandes baluartes de su profesión. Este documental reúne las características más típicas del director a las cuales ya nos tiene acostumbrados, como es su compromiso con lo estético y su capacidad para hacer que cada una de sus películas suponga un acontecimiento que no deja indiferente a ninguno de sus espectadores.
Ambas características se reúnen de nuevo en el documental ‘Tardes de soledad’, una película que presenta un espíritu controvertido pero que no es algo que el director sienta como una amenaza: “Yo nunca he sido lo que se dice un aficionado a los toros. Mi padre me llevó cuando era pequeño a la plaza de Gerona, que ya no existe, y más adelante fui un par de veces como adulto. También me interesaba el lenguaje televisivo de las corridas, era algo sobre de lo que incluso reflexioné en una conferencia”.
Albert Serra confiesa que quería evitar los clichés en su documental
El director señala en su reciente entrevista para el medio Infobae que su intención a la hora de comenzar con este proyecto era la de captar con su cámara “todo aquello que no se veía reflejado en esas retransmisiones, ni siquiera lo que puedes apreciar en la plaza”.
Imagen de ‘Tardes de soledad’, la película de Albert Serra en torno a la tauromaquia
A la hora de explicar cómo llegó a cabo el rodaje relata que: “No tenía ningún tipo de control alrededor de lo que filmaba, porque todo era imprevisible. Es muy difícil hacer un plano sostenido cuando no sabes por dónde va a ir el protagonista, si va a entrar en foco o no. Así que fue un rodaje muy azaroso, pero, al fin y al cabo, eso también es el toreo”.
“Para mí lo importante siempre ha sido evitar el cliché a cualquier precio. En las películas de ficción hay un artificio claro, pero aquí también quería introducirlo a pesar de que dicen que el documental solo capta la realidad pura y dura. Yo quería configurar una obra que estuviera alejada de cualquier convencionalismo, que no se pudiera circunscribir a nada de lo que hubieras visto, eso es lo que me gusta, señala en su entrevista para Infobae.