Imagen: Pedro Sánchez-EFE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha pronunciado este viernes sobre el informe realizado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre el caso Koldo que señala a miembros del Ejecutivo y colaboradores externos como actores principales en una presunta trama de corrupción. Ese mismo informe además demuestra que Sánchez no sólo conocía que la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez iba a visitar España, sino que autorizó ese encuentro en el aeropuerto de Barajas con el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos.
Sánchez, que ha visitado hoy al Papa Francisco en el Vaticano, ha reconocido en la rueda de prensa posterior a su audiencia que «era conocedor de que el exministro Ábalos le informó de la visita de Delcy a España», pero que en ese momento desconocía que la UE había vetado la entrada de la vicepresidenta venezolana en suelo europeo. “«Cuando el Gobierno se percató de que había unas sanciones se canceló esa visita», ha afirmado el presidente. «Esa es la participación del Gobierno de España, de cualquier otra práctica tendrán que responder las personas involucradas», ha sentenciado.
Sánchez defiende haber actuado con “contundencia” contra Ábalos
Sánchez ha defendido que actuó con “contundencia” contra el exministro José Luis Ábalos en cuanto hubo un “atisbo” de corrupción, abriéndole un expediente para expulsarle del partido, y que su gobierno es “limpio”.
Moncloa, con el objetivo de evitar que el caso le salpique, ha atribuido al exministro toda la responsabilidad del caso Koldo tras el informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que asegura que Ábalos tuvo un “papel relevante” en la trama de corrupción que recibe el nombre de su exasesor Koldo García, y que sentencia que el exministro tenía una “responsabilidad” por su “relación directa con Koldo, Aldama y la organización criminal dinamizada por este último”. Este informe ha llevado al juez instructor del caso a iniciar los trámites para su imputación.
El Gobierno exhibe así su “contundencia y celeridad” a la hora de suspender de militancia a Ábalos. “Tolerancia cero”, señalan fuentes del Ejecutivo, que recuerdan que además de abrirle un expediente para expulsarle, crearon una comisión de investigación en el Congreso para dirimir responsabilidades, y aseguran que colaborarán con la Justicia en lo que sea necesario.
Estas declaraciones contrastan con las de hace unos meses, cuando desde Moncloa afirmaban que, pese a animarle a irse del partido, aún no había “reproche penal” contra Ábalos. De hecho, había miembros del Gobierno que aún dedicaban buenas palabras hacia su excompañero y evitaban echar más leña al fuego. Hasta el momento, también eludían hablar de su expulsión definitiva del partido, alegando que no podían hablar de su expediente de expulsión “por protección de datos”, pero ahora ya le ven fuera del PSOE. De hecho, recuerdan que los propios estatutos del PSOE le obligarían si se le imputa finalmente.
