El diputado La Francia Insumisa Aymeric Caron ha presentado una enmienda en el presupuesto de 2025 destinada a «aliviar a los propietarios de las llamadas ‘mascotas'». Según él, gastan demasiado dinero, unos 900 euros al año para cuidarlos y alimentarlos. «Debido a la inflación, este coste se ha disparado en los últimos años, lo que ha provocado un fuerte aumento del abandono», dice el diputado parisino, explicando que «el coste de las croquetas ha aumentado un 18% entre 2022 y 2023».
Para reducir la factura y luchar contra el abandono animal, Aymeric Caron propuso entonces una bonificación fiscal de 30 euros al mes, y por animal, para quienes tengan un gato o un perro, es decir, 360 euros al año. También propuso reducir el IVA al 5,5% en diversos productos de higiene, veterinarios y alimenticios para particulares, y una exención total del IVA para refugios y asociaciones. También quiere aumentar la vida familiar diaria en un octavo por perro y gato.
Según él, estas medidas tienen como objetivo «aligerar el coste del cuidado de los animales para hogares y refugios» y «aliviar a las familias». En X, también afirma que esto «permitiría a la SPA financiar 15 refugios».
Una medida que divide a los diputados tanto de izquierda como de derecha
Su propuesta, estudiada en la Asamblea Nacional el jueves 24 de octubre, está lejos de ser unánime. Los diputados, incluidos los de izquierdas, le han criticado por el coste de esta medida, estimada en 6.000 millones de euros, mientras el Gobierno busca ahorros para reducir el déficit. «Hemos llegado al pompón de la pomponette», reaccionó el diputado Erwan Balanant (Los Demócratas) en el hemiciclo.
«El NFP quiere reducir el crédito fiscal para servicios personales (cuidado de niños, hogar con nuestros ancianos, etc.) y al mismo tiempo hacer un crédito fiscal para perros y gatos. 6.000 millones de euros. Extraña prioridad. Sin ofender a nuestros amigos animales», escribió Denis Masséglia (Juntos por la República).
La propuesta de un crédito fiscal de 30 euros fue rechazada por los parlamentarios. «Estas propuestas, que siempre provocarán la burla de los más ignorantes, van en contra de la idea completamente absurda, implementada en Alemania, de un impuesto sobre los perros», lamentó Aymeric Caron en X.
¿Bonificación fiscal o imposición de gravamen?
En Alemania, los dueños de perros no están exentos de impuestos, al contrario. Como recuerda Le Figaro, un impuesto a los perros ingresó más de 421 millones de euros en 2023 en Alemania. Este impuesto, considerado un impuesto sobre la riqueza, e introducido en el siglo XIX, ha evolucionado, pero todavía exige que los ciudadanos paguen impuestos por su canino. Los dueños de perros pagan un impuesto que difiere según su municipio y la raza del animal, especialmente si es peligroso. Por ejemplo, en Frankfurt, hay que pagar 900 euros para tener un Rottweiler. Y este impuesto puede subir hasta los 1.000 euros en algunas ciudades.
Alemania no es el único país que está sacando provecho de las mascotas. En Suiza en particular, los dueños de perros deben pagar un impuesto, de entre 100 y 200 euros, a su cantón. Su cantidad varía de un municipio a otro, y según el tamaño y peso del perro. No obstante, los perros guía o de rescate están exentos de este impuesto.