Imagen: Antonio Maíllo, coordinador federal de IU-Laura Trives
La dirección del Grupo Parlamentario Plurinacional Sumar ha confirmado este miércoles la elección de Verónica Martínez Barbero, diputada por Pontevedra, como nueva portavoz parlamentaria, tal y como publicó Público. Sustituirá de este modo a Íñigo Errejón tras su dimisión hace dos semanas.
Además, se ha abierto por primera vez de manera formal el debate para un posible cambio de nombre en el grupo parlamentario, según han confirmado fuentes del espacio a Público. Una petición que ha sido realizada especialmente por Izquierda Unida, aunque es compartida, según algunas fuentes, por otras fuerzas del espacio.
Según ha informado el espacio de Yolanda Díaz, la decisión ha sido tomada de manera unánime entre todas las fuerzas que componen el grupo «en el marco de un proceso que comporta la reestructuración de responsabilidades dentro del mismo, tras los últimos cambios en su composición». Sumar ha informado también que se «ha acordado la constitución con método y calendario de trabajo de un espacio de coordinación en el que todas las fuerzas participen en igualdad de condiciones». «Se trata de un consenso que refuerza el trabajo en el grupo parlamentario y el diálogo entre las fuerzas políticas», añaden. Martínez Barbero asumirá sus funciones a partir del 14 de noviembre.
IU propone un cambio de nombre en el grupo parlamentario
Entre sus posicionamientos, IU destaca la necesidad de que el nombre del grupo parlamentario y el de la organización Movimiento Sumar «no pueden ser el mismo». Señalan que en «la confusión del todo con la parte» tienen «un problema político». «Es por ello que debemos cambiar el nombre del espacio común», añaden.
En el diagnóstico de IU sobre los cambios de funcionamiento se apunta a que la alianza debe «dotarse de permanencia y capacidad de decisión a todas las organizaciones coaligadas para que sea en un espacio democrático donde se coordine, planifique y acuerde las cuestiones que afectan al conjunto de la coalición».
IU reivindica que la mesa de partidos debe ser la que acuerde los métodos de decisión multilateral y democráticos, así como las reestructuraciones en los espacios institucionales, y no al revés. «Se hace necesario que todas las organizaciones coaligadas expliciten qué fórmula de coordinación es la más adecuada para garantizar un método de decisión democrático, compartido y plurinacional», añaden.
Maíllo lleva desde que fue nombrado coordinador federal del partido reivindicando la unidad en los proyectos de la izquierda, lo que incluiría a Podemos: “Todos dentro, sin vetos cruzados”, señaló en un informe presentado en octubre. «Hoy, la fragmentación en la unidad de acción de la izquierda transformadora es un problema de primer orden en el proceso de acumulación de fuerzas para enfrentarnos al neoliberalismo autoritario y de la guerra, que en España tiene su peor cara en el PP y Vox. Entendemos que los procesos unitarios son posibles porque hay base programática común para poder construirlos».