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Los gobiernos de Reino Unido y Francia enfrentan el desafío de mantener una posición firme frente a Moscú sin antagonizar con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Tanto el primer ministro británico, Keir Starmer, como el presidente francés, Emmanuel Macron, han celebrado la reciente decisión de Joe Biden de autorizar el uso de misiles estadounidenses ATACMS por parte de Ucrania contra objetivos rusos. Ambos líderes han mostrado su disposición a incrementar el apoyo militar a Kiev, aunque con diferentes grados de prudencia.
Apoyo militar reforzado y divisiones internas
Desde mayo, Macron ya había planteado la posibilidad de permitir a Ucrania realizar ataques en territorio ruso utilizando misiles de largo alcance anglo-franceses como los Storm Shadow/Scalp. “Deberíamos permitirles neutralizar bases militares desde las que se ataca a Ucrania, pero sin alcanzar otros objetivos en Rusia”, afirmó entonces el mandatario francés.
En paralelo, Londres ha adoptado un enfoque más cauto. Starmer evitó confirmar explícitamente si autorizará a Ucrania a utilizar misiles Storm contra Rusia, alegando que no discutiría detalles operativos en público. Sin embargo, enfatizó su apoyo a que Kiev reciba “todo lo que necesite durante el tiempo que sea necesario” para enfrentar la agresión rusa.
Macron justifica la presión desde el G-20
Durante su participación en la cumbre del G-20 en Río de Janeiro, Macron respaldó la luz verde del presidente estadounidense y justificó el aumento de la presión militar sobre Rusia señalando la incorporación de tropas norcoreanas al conflicto en apoyo a Moscú. “Esto representa un cambio profundo que no puede subestimarse”, afirmó el mandatario, destacando que Corea del Norte es “una potencia agresiva con un programa nuclear y misiles de largo alcance”.
Respaldo británico y tensiones con Trump
La secretaria de Estado británica de Defensa, Maria Eagle, subrayó en el Parlamento que Reino Unido se alineará con Estados Unidos para garantizar que Ucrania pueda usar los sistemas defensivos suministrados según considere necesario. Mientras tanto, el primer ministro británico respondió con firmeza a las recientes amenazas nucleares de Vladímir Putin: “La retórica irresponsable de Rusia no detendrá nuestro apoyo a Ucrania. La solución más rápida a este conflicto es que Rusia detenga su agresión”.
Divisiones en Europa y desafíos futuros
La unidad europea en torno al respaldo a Ucrania sigue siendo incierta. Países como Alemania e Italia se mantienen firmes en su rechazo a que Kiev utilice armas proporcionadas fuera del territorio ucranio, una postura que contrasta con la de París y Londres. La decisión de Biden y la victoria de Trump parecen haber profundizado estas divisiones en el seno de la UE. Mientras tanto, Kiev lanzó este martes un primer ataque con misiles ATACMS contra un depósito de armas ruso, aunque expertos creen que el uso de los Storm Shadow/Scalp no será inmediato. La guerra en Ucrania continúa redibujando las alianzas internacionales y los límites del apoyo militar.