En el Inter de Miami se respiran tiempos de cambio. El ciclo de Gerardo Martino ha llegado a su fin luego de la sorpresiva y temprana derrota en los octavos de final de la MLS frente a Atlanta United. Decisión propia del Tata, quien asumió la responsabilidad de no haber alcanzado los objetivos buscados y decidió dar un paso al costado luego de un año y tres meses al mando del equipo.
Su lugar será ocupado por Javier Mascherano, un ex-dirigido de Martino en Barcelona y en la Selección Argentina. El Jefecito es actualmente el entrenador del Sub-20 argentino, pero ya cuenta con el visto bueno de la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) y de su presidente, Claudio Tapia, para continuar su carrera en el exterior. Entrenar al Inter y a sus figuras supone un salto de calidad en su carrera como director técnico y un desafío al cual no podía negarse.
Descartada la opción de Xavi Hernández (su nombre había sonado para suceder al Tata), solo resta la oficialización del nuevo contrato para que Masche se reúna nuevamente con viejos compañeros culés como los son Lio Messi, Luis Súarez, Sergio Busquets y Jordi Alba. De reconocida trayectoria en su época de futbolista, Las Garzas se convertirán en su primera experiencia como entrenador fuera de su país.
Sus antecedentes en el banquillo
Tras colgar las botas en 2020 siendo jugador de Estudiantes de La Plata, Mascherano asumió el mando de la Selección Argentina Sub-20 en 2022. Fue campeón del Torneo de L’Alcúdia, obtuvo un quinto puesto en el Maurice Revello (antes conocido como ‘Esperanzas de Toulon0’) y quedó fuera en primera ronda de los Juegos Odesur. No logró la clasificación al Mundial de la categoría en el Sudamericano disputado en Colombia en 2023, pero un imprevisto cambio de sede (Argentina albergó el torneo por la negativa de Indonesia a recibir a Israel) le permitió participar de todas formas, alcanzando tan solo los octavos de final (eliminado ante Nigeria).
El ex-River presentó su renuncia tras la caída, pero fue convencido para continuar en el cargo. En 2023 se hizo cargo de la Sub-23, equipo al que logró clasificar a los Juegos Olímpicos con un segundo puesto en el Preolímpico de Venezuela. Ya en París, su aventura acabó al toparse con el local en un encuentro de cuartos de final que concluyó en un escándalo.