Los rebeldes sirios han logrado hacerse con el control total de la ciudad de Daraa, al sur del país, y de más del 90% de la provincia homónima, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Este avance supone un duro golpe para las fuerzas del régimen, que han perdido terreno de forma acelerada en esta región estratégica y simbólica del conflicto sirio.
El Observatorio, con sede en Londres e informantes en Siria, informó que «las facciones locales» han conseguido dominar la mayor parte de la provincia en medio de las retiradas sucesivas de las fuerzas gubernamentales. Según el organismo, los rebeldes han instado a los efectivos del régimen y a los servicios de seguridad a desertar de inmediato. Además, han tomado el control «total» de «numerosos emplazamientos militares, puestos de control y cuarteles», consolidando su presencia en el territorio.
Daraa es conocida como la cuna de la Primavera Árabe en Siria, un levantamiento que comenzó en 2011 tras el arresto de un grupo de jóvenes por pintar consignas contra el Gobierno. Este incidente provocó protestas masivas en la ciudad, que pronto se extendieron a otras regiones del país, alimentadas por la represión violenta del régimen. Lo que empezó como una demanda por reformas democráticas escaló rápidamente en un conflicto armado a gran escala, marcando el inicio de la guerra civil siria. Este hecho desencadenó manifestaciones que se extendieron por todo el país y derivaron en una cruenta guerra civil que persiste hasta hoy. Aunque el Ejército sirio recuperó la provincia en 2020 con el apoyo de Rusia, un acuerdo mediado por Damasco y Moscú dejó el control en manos de un heterogéneo grupo de facciones locales, como la Octava Brigada y los Comités Centrales. Este arreglo no logró estabilizar la región, que ha permanecido en constante tensión.
Desde las primeras horas de la mañana, las fuerzas rebeldes han logrado avances significativos, marcando un nuevo punto de inflexión en el prolongado conflicto sirio. El control de Daraa no solo representa una victoria estratégica, sino también un símbolo del desafío continuo al régimen de Bashar al-Asad. La región se ha convertido nuevamente en el foco de un conflicto que combina intereses locales y tensiones internacionales.
Con más del 90% de la provincia bajo dominio rebelde, la situación en Daraa continúa con una guerra civil que ha dejado miles de muertos y desplazados.El futuro de la provincia y del país sigue siendo incierto. Los recientes movimientos rebelde subrayan la dificultad de lograr una paz duradera en una región marcada por divisiones profundas y esperamos que solucionables.