Hércules

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11 Ene 2025
11 Ene 2025
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Hércules y el centauro hospitalario

En varias ocasiones Hércules se ha visto envuelto en historias en las que aparecían estas criaturas, mitad caballo, mitad hombre

Los centauros son criaturas peligrosas e inestables, que pueden convivir con los humanos gracias a su naturaleza parcialmente humana, pero que, en virtud de la mitad salvaje y animalesca, las más de las veces causan grandes catástrofes, peleas, raptos o violencias sin cuento. Así sucede desde siempre en la mitología griega, donde los centauros, hijos bastardos del rey impío Ixión y de una nube que fue transformada por Zeus en una mujer etérea con la forma de la diosa Hera, campan a sus anchas por los más diversos escenarios, enfrentándose a los héroes en momentos de excepción. Es muy recordado, en el programa iconográfico del clasicismo griego, como símbolo de la lucha arquetípica entre civilización y barbarie, la representación en las metopas del Partenón de la pelea entre los centauros y los lapitas, al ser los primeros invitados a la boda de Pirítoo, el amigo de Teseo, y pasarse con la bebida (luego se pusieron a propasarse con las mujeres). Es solo un ejemplo de muchos en los que estos seres brutales han causado grandes quebrantos. Como excepción, se puede recordar algún centauro bueno.

Normalmente, se habla del centauro Quirón, benefactor, maestro y médico, que es bondadoso por ser hijo de un dios (Crono), y no descender de donde lo hace el resto de sus congéneres, caterba de salvajes, hijos de un soberano teómaco. De hecho, se dice que este centauro, Quirón, fue maestro de héroes tan reputados como Aquiles, Acteón y otros otros muchos, y se le cita como el único centauro bondadoso de la tradición mitológica. Pero esta idea es equivocada y se impugna por el hecho de que se ha registrado en los mitos el nombre de Folo, otro centauro famoso que dispensó una magnífica hospitalidad a nuestro héroe Hércules en uno de sus viajes. Sin embargo, su final no fue demasiado feliz…

Este centauro famoso aparece en el ciclo del héroe ligado al nombre, como un polo positivo del negativo, del centauro malévolo Neso, que habría causado, a la postre, la muerte del héroe. Aunque esta es otra historia y debe ser contada en otra ocasión. Tal como el de Quirón es el caso del centauro llamado Folo, del que se cuenta que era hijo de Sileno y de una ninfa (de ahí su bondad), aunque otros dicen que era hijo de Ixión. Por el contrario, de Neso se dice que fue descendencia, como todos los demás, de Ixión y la nube, a veces llamada Nefele por su nombre griego. Folo participa en un episodio muy emblemático del ciclo de Hércules. Se dice que cuando Hércules estaba cazando al jabalí de Erimanto, en uno de sus Doce trabajos, fue a visitar a un centauro de nombre Folo, que agasajó a Hércules con una opípara comida de carne asada. Pero Folo solo comía carne cruda.

Cuando Hércules pidió vino para acompañar el asado, Folo manifestó su temor de abrir la única jarra que tenía, porque decía que su aroma podría atraer a sus congéneres, los salvajes centauros, locos por el vino. Hércules le tranquilizó: podía abrirlo sin temor al estar él presente, pero, en efecto, cuando Folo abrió el vino, se presentaron como insectos al calor de la comida estival un enjambre de centauros armados hasta los dientes. Hércules tuvo que batallar fieramente contra ellos y mató a muchísimos: muy pocos –tal vez solo uno, el citado Neso– pudieron escapar. El centauro bueno, Folo, anfitrión de Hércules, resultó muerto en la batalla de una forma harto ridícula.

Mientras estaba enterrando a los centauros que había matado Hércules a flechazos –las flechas de Hércules eran mortíferas pues estaban impregnadas de la sangre venenosa de la hidra de Lerna– extrajo una flecha de la herida de uno de ellos y se preguntó, mirándola con extrañeza, cómo es que un objeto tan pequeño podía causar la muerte de tantos. Sin embargo, esta flecha envenenada, se le escurrió de entre los dedos y le cayó sobre el pie, acertando a clavarse en él, por lo que  causó su muerte instantánea. El cuento lo refieren grandes mitógrafos como Apolodoro, Diodoro o Higino, y es aludido por poetas de la talla de Sófocles o Virgilio. En otro momento contaremos el enfrentamiento con Neso. Baste decir ahora que fue uno de los centauros que luchó contra Folo y Hércules y que pudo escapar con vida refugiándose a orillas de un río. Desde entonces guardó rencor contra Heracles, por haber asesinado a sus hermanos y se asentó en torno a aquel río para poner a prueba a los que pretendían cruzarlo.

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