Imagen: la eurodiputada Irene Montero
El partido liderado por Ione Belarra trabaja en su estrategia de cara a un posible adelanto electoral. Podemos prevé que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría convocar elecciones generales en respuesta a la presión judicial sobre el Ejecutivo o por el desgaste que supone negociar semanalmente con sus socios en una legislatura marcada por tensiones constantes.
Tensiones en el Congreso y golpes a la agenda del Gobierno
El pleno de este jueves dejó al descubierto las dificultades del Ejecutivo para sacar adelante su agenda legislativa. A pesar de conseguir la aprobación de la ley de Eficiencia del Servicio Público de la Justicia tras arduas negociaciones, el Gobierno sufrió un revés con la eliminación del gravamen extraordinario a las empresas energéticas, impulsada por PP y Junts. Este nuevo golpe revela las tensiones entre el Ejecutivo y sus socios parlamentarios.
Podemos, que inicialmente amenazó con no respaldar la ley de Justicia, condicionó su apoyo a un acuerdo con el Gobierno. Dicho pacto incluyó la suspensión de una enmienda «antiokupa» del PNV, la introducción de medidas «antidesahucios» y la prórroga de las ayudas al transporte por seis meses, que serán aprobadas en el próximo Consejo de Ministros.
Irene Montero, pieza clave en el plan de Podemos
En medio de este escenario, los morados apuestan por relanzar a Irene Montero como figura central de su estrategia política. Tras el veto de Yolanda Díaz a su inclusión en las listas electorales del 23J, Montero ha ido recuperando protagonismo en la actividad parlamentaria y en negociaciones clave, como la reciente aprobación de la ley de Justicia.
Según fuentes de la dirección, el partido trabaja en consolidar a Montero como candidata en las próximas elecciones generales. Ione Belarra avivó esta posibilidad durante un discurso reciente, asegurando que Montero “volverá muy pronto” a la primera línea de la política española.
Competencia con Sumar y desafíos electorales
El partido busca reconstruir su base electoral tras un año marcado por su ruptura con Sumar y su paso al grupo mixto en el Congreso. La formación morada aspira a recuperar el liderazgo de la izquierda alternativa al PSOE, una posición que ocupaba en 2019.
Esta estrategia ha generado constantes enfrentamientos con el Gobierno y sus socios. Podemos ha acusado al Ejecutivo de “ignorar” a la izquierda, mientras el PNV critica al partido por sus “amenazas” para ganar terreno frente a Sumar. La reciente eliminación del gravamen a las energéticas, fruto de la alianza entre PP y Junts, ha agudizado aún más las tensiones entre los socios del Gobierno.
Una legislatura en el límite
La fragilidad de la legislatura obliga al Gobierno a gestionar delicados equilibrios parlamentarios mientras Podemos insiste en la necesidad de “reconducir” la dirección política. La renovación del Consejo General del Poder Judicial pactada entre PSOE y PP y los encontronazos por la reforma fiscal han intensificado el ambiente de inestabilidad.
Con un escenario incierto y una posible convocatoria electoral en el horizonte, Podemos apuesta por una estrategia clara: fortalecer su presencia política con Irene Montero al frente y presentar batalla a Sumar para reconquistar el espacio perdido en la izquierda.