La reciente reunión del Consejo de la Internacional Socialista en Rabat, Marruecos, ha generado diversas controversias y críticas. Presidida por el jefe de Gobierno español y líder del PSOE, Pedro Sánchez, el evento ha sido señalado por las implicaciones políticas de celebrar la cumbre en un país cuyas acciones sobre el Sahara Occidental han sido objeto de constantes denuncias internacionales. Además, las alianzas y declaraciones surgidas durante el encuentro han alimentado la discusión.
Halagos a Marruecos y Mohamed VI
El Consejo Mundial, principal órgano de la Internacional Socialista, se llevó a cabo del 20 al 22 de diciembre en Rabat. La decisión de realizar el evento en Marruecos generó críticas desde diversos sectores. Mientras Sánchez elogió al país como un «modelo de estabilidad y desarrollo», medios y analistas cuestionaron la idoneidad de ensalzar a un Estado donde el rey Mohamed VI concentra la mayor parte del poder y que se encuentra en la actualidad oprimiendo al pueblo saharaui.
“El rey y el Gobierno marroquí, con el que mantenemos una relación excepcional, contribuyen al progreso y a la estabilidad de Marruecos, a través de un proyecto político más unido”, aseguró Sánchez en declaraciones a los medios marroquíes. El presidente español destacó la importancia de defender principios democráticos y los derechos humanos, afirmando que “la Internacional Socialista debe mantenerse firme frente a la amenaza de la extrema derecha”. Sin embargo, su postura fue criticada duramente por considerarse contradictoria al elegir a Marruecos como anfitrión, dado su histórico enfrentamiento con el Frente Polisario y las constantes denuncias de vulneraciones de derechos humanos en los territorios ocupados del Sahara Occidental.
Aplausos para la diputada marroquí que quería «liberar» Ceuta, Melilla y Canarias
Durante la cumbre, Sánchez acusó a la derecha europea de “copiar el discurso de odio de la extrema derecha” y de buscar “desmantelar el Estado de Bienestar”. Al mismo tiempo, defendió los logros económicos de España como prueba de la eficacia de la socialdemocracia. Estas afirmaciones fueron bien recibidas por parte de los asistentes, aunque también despertaron críticas desde sectores opositores en España, que las calificaron de oportunistas en un contexto en el que Sánchez enfrenta múltiples frentes judiciales.
Un aspecto particularmente controvertido fue la presencia de Aicha El Gourgi, secretaria general de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) y aliada de Sánchez, conocida por sus declaraciones reclamando la soberanía marroquí sobre Ceuta, Melilla y las Islas Canarias. Otra de las declaraciones polémicas de El Gourgi fue durante una entrevista en Le 360, medio afín a la corona marroquí, donde reconoció los esfuerzos que hacen los residentes en Cataluña por el “Sáhara marroquí” e incluso aseguró que «Nosotros hemos sido oprimidos en España, se maltrata nuestra identidad«.
fue destacada por su papel diplomático en la crisis bilateral entre España y Marruecos en 2021. Su participación reforzó las críticas sobre la proximidad de Sánchez al Gobierno marroquí, que muchos consideran un intento de blanquear las políticas expansionistas del reino alauita, como se pudo observar cuando pidió el voto de los marroquíes afincados en España para el PSOE en las elecciones autonómicas y municipales de 2023:
“Los animamos a que ejerzan su derecho al voto y apoyen decididamente al Partido Socialista Obrero Español y sus confluencias territoriales, en las próximas elecciones del domingo 28 de mayo de 2023. Tu participación es esencial para garantizar que vuestra voz se escuche y construir una sociedad inclusiva, igualitaria, multicultural para todos y cero tolerancia al racismo, al mismo tiempo detener el avance de los partidos de derecha y de extrema derecha”
Sánchez, amigo de la prensa marroquí y enemigo del Frente Polisario
La decisión de celebrar la cumbre en Marruecos también tuvo eco en el contexto internacional. Mientras los medios marroquíes alabaron a Sánchez como “amigo de Marruecos y defensor de causas justas”, las críticas no tardaron en llegar desde colectivos pro-Sahara y organizaciones de derechos humanos. Estas señalaron que el respaldo implícito a Marruecos contradice los principios democráticos que el propio Sánchez defiende.
La prensa marroquí oficialista, cercana a Mohamed VI y sus instituciones, ha dado una amplia cobertura a la cita en Rabat. Un claro ejemplo es un artículo del medio Le360, que subraya: «La última visita a Marruecos de Pedro Sánchez, artífice del gran giro de Madrid sobre el Sáhara y su apoyo a la integridad territorial del Reino, se remonta al pasado mes de febrero.»
Por su parte, Sánchez intentó destacar la unidad de la Internacional Socialista frente a las divisiones ideológicas globales. Sin embargo, las tensiones generadas por su alianza con Marruecos y su discurso contra la derecha eclipsaron en gran medida el objetivo del encuentro.