Imagen: José Luis Ábalos en el Congreso I EP
La red de irregularidades vinculada al exministro José Luis Ábalos, hasta ahora centrada en presuntos cobros de comisiones durante la pandemia y adjudicaciones a constructoras, se amplía a la adjudicación de contratos ferroviarios. Según algunas informaciones, Víctor de Aldama, identificado por la Guardia Civil como el “nexo corruptor” de la trama, ha señalado un posible amaño en la concesión de un contrato clave mientras Ábalos lideraba el Ministerio de Fomento y su asesor, Koldo García, ocupaba un cargo en Renfe Mercancías.
El contrato del siglo: origen de las sospechas
Las investigaciones apuntan a que, en marzo de 2019, Renfe licitó la compra de 211 trenes de cercanías por un valor inicial de 2.700 millones de euros, considerado uno de los mayores contratos en la historia ferroviaria española. Apenas meses después, en noviembre de 2019, Koldo García fue nombrado consejero de Renfe Mercancías, pese a no tener experiencia en el sector. El nombramiento generó polémica, pero Ábalos lo defendió en el Congreso alegando que se había realizado “de acuerdo con la legalidad vigente”.
Reuniones clave y adjudicaciones
En 2020, durante un evento organizado por la Cadena Ser, el entonces ministro Ábalos y el presidente de Stadler Rail Valencia, Íñigo Parra, coincidieron en un foro sobre movilidad. En dicho encuentro, Parra anunció una inversión de 40 millones de euros y la creación de más de 500 empleos en la sede valenciana de la compañía, un proyecto que, según fuentes, dependía de la obtención del contrato ferroviario.
Finalmente, en marzo de 2021, Renfe adjudicó el “contrato del siglo” a Alstom y Stadler Rail Valencia por 2.445 millones de euros. Esta empresa, que hasta entonces no había participado en grandes licitaciones de Renfe, obtuvo un lote de 59 trenes, lo que despertó sospechas sobre posibles irregularidades en el proceso.
Acusaciones de amaños y comisiones ilícitas
Fuentes cercanas al caso aseguran que las condiciones del concurso habrían sido compartidas de antemano con el empresario valenciano, tras reuniones entre Koldo García e Íñigo Parra. A cambio, la empresa habría aceptado el pago de comisiones ilícitas. Además, señalan que existieron ofertas más competitivas que fueron desestimadas, lo que cuestiona la transparencia del procedimiento.
Tensión interna en ADIF
El contrato generó enfrentamientos internos, particularmente entre Ábalos y la entonces presidenta de ADIF, Isabel Pardo de Vera, quien se habría opuesto inicialmente a la adjudicación. Las discrepancias y las decisiones tomadas en ese periodo han sido objeto de atención por parte de las autoridades, que ahora buscan esclarecer las circunstancias exactas de este contrato multimillonario.
Este caso añade una nueva arista al entramado de corrupción investigado en torno al exministro Ábalos y su círculo cercano. Las sospechas sobre contratos ferroviarios se suman a otras irregularidades previamente documentadas, incrementando la presión sobre los implicados y marcando un nuevo capítulo en las investigaciones en curso.