En las elecciones generales, Vox se erigió como un factor determinante que contribuyó al éxito del PSOE en el País Vasco. Sin embargo, en el ámbito autonómico, las cosas cambian de rumbo. Tanto al Partido Socialista de Euskadi (PSE) como a su candidato, Eneko Andueza, no les sienta tan bien la ola nacional y la figura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como podría pensarse desde Moncloa. A menos que el PSE, con un enfoque más arraigado en la realidad vasca, esté subestimando su propia situación.
EH Bildu y su estrategia con el PNV
La campaña electoral en el País Vasco está llegando a su fin con una serie de situaciones que desafían las expectativas basadas en procesos electorales anteriores. Un ejemplo es la estrategia de imitación del Partido Nacionalista Vasco (PNV) que está adoptando con determinación EH Bildu. Aunque su campaña parece tener un origen externo al País Vasco, se sustenta en la copia de mensajes, el modelo de eventos, la selección de ubicaciones e incluso en la estética y la vestimenta del PNV.
Un empate técnico
La participación será la clave para decidir los resultados de las elecciones del domingo. Los sondeos indican un empate técnico entre PNV y EH Bildu. Los votantes del PNV parecen estar tardando en movilizarse, y según los cálculos de esta formación, tienen aproximadamente cien mil votantes tradicionales que están descontentos con ciertos aspectos de la gestión gubernamental, especialmente con el funcionamiento del sistema de salud.
Desgate del PNV
El PNV, desgastado por su posición en el poder, apela al votante vasco advirtiendo sobre la posible ruptura de la estabilidad institucional en caso de una victoria de Bildu. El domingo se verá si esta estrategia es suficiente para frenar una victoria histórica de los abertzales en unas elecciones autonómicas.
Cambió de tácticas en la campaña
Por su parte, EH Bildu está jugando con un enfoque diferente y en un terreno poco convencional. Durante un debate televisivo, su candidato, Pello Otxandiano, llegó a remitir a su página web cuando se le preguntó sobre políticas específicas de su programa, sin ofrecer más detalles. Este tipo de gestos son inusuales en la política tradicional, lo que indica un cambio en las tácticas de campaña.