Fotografía de: Adrián del Río/Hércules diario
Yoel Meilán: Buenos días. David. Acabamos de asistir a la presentación de tu nuevo libro «Pequeña historia mítica de España» en la librería la Central del Museo Reina Sofía y queríamos hacerte unas preguntas.
Y: ¿Por qué el libro se llama así? A qué te refieres con historia mítica de España.
David Hernández: Este libro es una pequeña historia, porque es demasiado amplio pretender otra cosa. Es un intento de explicar la historia de España a través de los mitos, leyendas y personajes arquetípicos que están intrínsecamente ligados a la historia de nuestro país. Desde la más remota antigüedad hasta ahora. En este repaso hay personajes de la historia que han sido mitificados, y otros que son puramente míticos o legendarios.
Empezamos con Hércules, que va muy de acuerdo con esta entrevista. Pero también se sigue por grandes personajes literarios como Don Juan o Carmen.
Y: Se suele hablar mucho de la mítica de las naciones. De esos elementos abstractos, si se quiere, que marcan la forma de ser y devenir de un país. ¿Qué pinceladas nos puedes dar de nuestra historia mítica? ¿Qué rasgos la caracterizarían?
D.H.: Lo que he hecho en libro son los mitos y formas de nuestra mitología, pero también como se perciben desde fuera. Así hay ejemplos como la Inquisición o la Conquista de América. Todos estos elementos positivos y negativos.
El libro se divide en dos partes, uno primero en el que hablo de la geografía mítica y luego ya los mitos. Y es que esto es clave, esos lugares de leyenda. El Finisterre, el fin del mundo, el río del olvido, los valles sombríos y los grandes desiertos. Es la península del final de la tierra, de las islas del más allá, la Atlántida y Tartessos. Y es que esto también enlaza con la zoología. España como Piel de Toro, con relación con la serpiente. La tierra roja, la tierra del poniente.
Yo me quedo con los grandes esquemas de la narrativa mítica. La decadencia, el paraíso perdido y, digamos, las dicotomías eternas entre héroes y villanos. Muchos esquemas sobre los que uno puede reflexionar para entender la forma de ser de España y su mentalidad.
Y: Escribes habitualmente en el diario La Razón sobre geografía e historia mítica de nuestro país. ¿Hasta qué punto estos artículos tienen relación con el libro y su contenido?
D.H.: Yo tengo que agradecer a los medios la oportunidad que me ofrecen. Llevo mucho tiempo trabajando en esto a través de artículos académicos, de prensa e incluso traducciones de textos antiguos. Estos artículos de prensa tienen obviamente mucha relación con el libro. Son una especie de entrenamiento para poder contar esto de forma que se entienda.
El libro no tiene ni una nota al pie (risa), bueno, tiene muy pocas. Está escrito con una calidad académica, pero no es erudito sino divulgativo. Los artículos están necesariamente en el núcleo. Digamos que en el libro emprendo un vuelo más largo, pero mis artículos son un buen entrenamiento para divulgar. Es la obligación de los profesores universitarios el hablar a la sociedad. Divulgar, en resumen.
Y: ¿Cuáles han sido las claves a la hora de escribir tu libro para que, siendo de calidad académica, pueda llegar a todo el mundo?
D.H.: Yo lo que he intentado es contar los mitos. Yo tengo mi faceta de escritor, y es que escribo novela y cuento también. El pulso narrativo creo que es la clave en esto, para que llegue a la gente. Una cosa es que un autor o académico investigue, y otra es que consiga que eso llegue a todo el mundo.
Yo creo que este libro está enfocado al gran público. No carece de investigación, desde luego. A los expertos les puede interesar, pero el objetivo y motivación es contar los mitos al gran público. Hacer que la gente reflexione sobre como piensa y sobre lo que hemos heredado. Hay que ser conscientes de que no somos enteramente racionales, sino que los mitos impulsan las acciones de políticos y de todos un poco.
Y: ¿Cuáles son las tres claves que le darías a un lector para que comprase este libro?
D.H.: Bueno, eso es más del departamento de Marketing, pero si tengo que decir algo diría lo siguiente: El libro recorre todas las figuras y mitos y arquetipos que han marcado la historia de España desde la antigüedad hasta ahora.
Segundo, diría que es un texto profundamente narrativo. El lector va a disfrutar de la lectura de estos mitos como si fuesen cuentos, porque se cuenta otra vez.
Por último, creo que el lector puede llegar a la conclusión, después de leer el libro, de que el discurso político y social se orienta más hacia lo mítico que lo racional. España no es una excepción, esto pasa en todos los países. Y es que el mito es el lenguaje de la tribu, común a todos.