«Leer está sobrevalorado por los lectores e infravalorado por los no lectores«
“Es que se lee poco”, todos habremos escuchado alguna vez esa expresión, a menudo acompañada por un tono pesimista, incluso melancólico. No obstante, huyamos de los juicios precipitados y analicémosla antes con detenimiento.
Comencemos con alguna estadística, según el Ministerio de Cultura, del que ya nos encargaremos en otra ocasión, el 64,8% de los españoles leen libros en su tiempo libre, este porcentaje se incrementa hasta el 66,2% si se incorpora los lectores exclusivos de cómic. Estos porcentajes no son en absoluto desdeñables, vayamos ahora con los más pequeños, los menores con edades comprendidas entre 10 y 14 años y entre 15 y 18 registran los mayores porcentajes de lectores frecuentes del total de la población. Es más, entre los adolescentes de 15 y 18 años se ha registrado un incremento de 11,8 puntos en los últimos años. Los lectores frecuentes, aquellos que leen libros al menos una vez a la semana, se mantiene en el 52%. Y, aunque sigue habiendo un porcentaje considerable de españoles (35,2%) que no leen nunca o casi nunca, esta cifra se ha ido reduciendo en los diez últimos años.
Como vemos, prácticamente la mitad de la población lee todas las semanas, y el porcentaje de personas que no lee se va reduciendo cada vez más. Estos datos nos pueden ayudar, pero omiten un aspecto clave e ineludible si queremos ver el mapa completo: ¿Qué es lo que están leyendo? Todos nosotros leemos continuamente, en las redes sociales, en la universidad, el trabajo, la televisión…y no por ello nos podemos considerar lectores, por lo que la clave está en saber qué tipo de libros están leyendo los españoles.
¿Quiénes leen?
El mayor porcentaje de lectores se encontraba entre los adolescentes de 15 a 18 años, me imagino que la obligatoriedad en los colegios e institutos a leer una serie de libros tendrá algo que ver. Pero obligar a un niño de 15 o 16 años a leer El Quijote no es ayudarle, es espantarlo completamente de la lectura, una persona se tiene que acercar a la lectura de manera libre, tiene que descubrirla por sí mismo puesto que el proceso de introducción a la lectura le marcará de por vida, es un momento clave que la intervención estatal corrompe por completo.
Es por todo ello por lo que pienso que no se lee menos que antes, se lee mucho más, y cada vez se leerá más, pero ¿esto es algo necesariamente bueno? Pues lo cierto es que no, tendemos a relacionar lecturas con sapiencia, pero algo en lo que caen muchos arrogantes lectores es pensar que cuanto más lean más inteligentes se harán. No se trata de leer mucho, se trata de leer bien. La extracción de conocimiento no sólo está en los libros, saber observar una obra de arte o escuchar a una persona que sabe más que tú puede ser mucho más fructífero que leer decenas de libros. Nuestros abuelos, muchos de ellos, no sabían leer, y eran mucho más sabios e inteligentes que muchos académicos con cientos de lecturas a sus espaladas.
Es normal que una persona que se inicia en la lectura comience a leer de manera compulsiva, sentirá la necesidad de leer todo lo que pueda. Si usted es uno de esos lectores le diré que continúe explorando y descubriendo, pero también debo advertirle de que más pronto que tarde empezará a discriminar libros, cambiará la cantidad por la fina calidad, y empezará a leer menos y mejor, lo que lo conducirá al ineludible sendero de disfrutar de cada libro como si fuera el último.
Por ello, y retomando la frase del comienzo del artículo, no es que leamos poco, que es posible que también, si no que leemos demasiado, libros que no nos aportan nada, es muy fácil perder el tiempo entre las letras, pero también son las letras las que le ayudarán a encontrar el camino correcto.
2 comentarios en “No se lee poco, se lee demasiado”
Cada día tendemos más a la evasión rápida, a suplir una necesidad exacerbada de dopamina fácil. Esto nos aleja cada vez más del conocimiento verdadero, de las lecturas e informaciones de alto valor. Es más sencillo seguir monigotes que nos hagan reír medio minuto, que enfrentarnos a una materia que haga a nuestra mente trabajar.
Buen artículo. ¿Para cuándo una presentación de Hércules en Casamata?