Saloth Sar, más conocido por su nombre de guerra, Pol Pot (1925-1998) nació en Prek Sbov, Camboya y va a ser recordado por los libros de historia como uno de los peores genocidas de todos los tiempos. Esta es la historia de Pol Pot, su visión, su política y principalmente, su comparación con Hitler convirtiéndolo en: el Hitler del continente asiático.
Saloth Sar fue parte de un grupo de intelectuales camboyanos que fueron becados para estudiar en París. Fue en la capital francesa dónde inició su vida política militando en el Partido Comunista Francés (PCF). Tras su vuelta a Camboya , su país se encontraba en un período de rebelión contra el gobierno colonial francés, consiguiendo su independencia en 1953.
Durante los años 1956-1963, Pol Pot se dedicó a dar clases de historia, geografía y literatura francesa, mientras secretamente plantaba las semillas de una de las revoluciones más sangrientas de las que hemos sido testigos a lo largo de la humanidad. En 1968 se crea la guerrilla jemer y la revolución gana terreno hasta que en 1975 la capital, Phnom Penh es conquistada y se crea la República de Kampuchea.
Aunque la República de Kampuchea y la Alemania Nazi eran de ideologias distintas, la primera era un modelo socialista agrario basado en ideales maoistas-estalinistas y la segunda era un estado autoritario unipartidista basado en el Führer; su visión y políticas son fácilmente comparables.
Tácticas comunes
Ambos usaban la propaganda para cambiar el panorama cultural y para promover la purificación del país. Los jemeres ejercían un nacionalismo y xenofobia extrema concentrado contra Vietnam y los vietnamitas, ya que argumentaban que estos les robaron los territorios de la Cochinchina y su recuperación era crucial. Muy parecido al odio extremo y unilateral de los alemanes hacia el pueblo judío y a la política nazi del espacio vital Alemán, el “lebensraum”.
El famoso historiador francés Jean-Louis Margolin describe Camboya como un país encerrado en sí mismo por mucho tiempo, algo que tras las conclusiones del Tratado de Versalles ocurrió en Alemania de igual forma. Provocando un nacionalismo exacerbado con pretensiones desmesuradas, victimismo contra opresores y la violencia como método tradicional de uso del poder en ambos estados.
Pol Pot y Hitler tenían las mismas obsesiones pero hacia diferentes grupos, y ambos fueron parte de las mayores atrocidades de la humanidad. Auschwitz es un conocido campo de exterminio nazi, el que no es tan conocido es Tuol Sleng o S-21, fue un campo de ejecuciones masivas de los jemeres rojos donde llevaron a cabo una purga sin escrúpulos. En menos de 4 años el régimen gobernado por Pol Pot terminó con la vida de la mitad de su población, entre ellos se destaca una persecución hacia los vietnamitas y jemeres vietnamófobos, todo jemer con ascendencia vietnamita, chinos, exterminio total de las tribus, jarai, cham y loeu, y la persecución hacia los religiosos especialmente budistas, hasta Yun Yat ministra de cultura declara que “el Budismo es incompatible con la revolución”, lo que condujo a la destrucción de 3000 templos y al trabajo forzoso de los 70.000 monjes camboyanos, de los cuales solo sobrevivieron unos mil.
Tanto la voluntad utópica ‘polpista’ como la ‘hitleriana’ en lo que realmente destacó fue en ser el intento de transformación social más radical de todos los tiempos, y sus consecuencias, dos genocidios. Hasta en los últimos días de ambos hay similitudes, con sus actos consiguieron que sus nombres siempre estén envueltos con memorias sangrientas y como Mario Noya afirma, “Nadie rezó por él. Tampoco nadie en el mundo lloró su muerte. Pero nadie en Camboya conseguirá olvidarlo”.
