Las lágrimas de James Rodríguez sintetizan lo que representa para Colombia volver a estar en una final de Copa América después de 23 años. También el desahogo, porque lo que se vivió en la noche del miércoles en Charlotte fue una verdadera batalla. Colombia y Uruguay no se guardaron nada y nos han dado, hasta aquí, el mejor partido de este certamen. El equipo de Lorenzo supo sufrir, aguantó un tiempo entero con un hombre de menos y celebró estar por segunda vez en su historia en el encuentro que define al campeón.
En una etapa inicial electrizante, el «local» comenzó siendo mucho más que Uruguay. Porque si bien el partido se disputó en Estados Unidos, una marea amarilla llenó el Bank of America Stadium como si se tratara de Barranquilla o Bogotá. Mejor parado en el campo y en control del partido, Daniel Muñoz y Jefferson Lerma tenían las primeras chances. La Celeste respondió recién a los 17′, con un remate de Darwin Núñez que pasó apenas ancho.
Una jugada fortuita tendría una gran relevancia en las acciones. A falta de 15 minutos para el descanso, Rodrigo Bentancur chocó con un compañero y pese a que lo intentó, no pudo seguir en cancha. Guillermo Varela lo reemplazó, pero a Uruguay le costó acomodarse y Colombia lo aprovechó. Jefferson Lerma cabeceó de pique al suelo un centro al segundo palo de James y selló el 1 a 0.
Una roja que cambió el partido
Daniel Muñoz ya estaba amonestado, Uruguay lo sabía y lo fue a buscar. El lateral de Crystal Palace entró en la provocación charrúa y le propinó un codazo a Manuel Ugarte. El árbitro mexicano César Ramos lo expulsó, aunque increíblemente lo hizo por doble amarilla. Colombia iba a tener que sostener el resultado durante un tiempo entero con 10 futbolistas.
Como era de esperarse, los Cafeteros se replegaron atrás. Uruguay salió desesperadamente en busca del empate y tuvo sus ocasiones. Vargas se lo tapó a Núñez, Luis Suárez estrelló un remate en la madera y Fede Valverde probó apenas afuera. Luis Díaz, de los puntos más altos del encuentro, aguantaba todas arriba y le daba oxígeno a sus compañeros logrando faltas en ataque. Pese a que el equipo de Bielsa buscó, nunca encontró los espacios y los minutos fueron pasando. Mateus Uribe, reemplazante del lesionado Richard Rios, tuvo en sus pies la chance de liquidar todo antes del final con dos ocasiones casi calcadas, pero en la primera pateó afuera y en la segunda, Rochet y el travesaño se lo negaron.
En un final dramático, Colombia finalmente se quedó con la victoria y el boleto a la final. Estiró su invicto a 28 partidos y lo pondrá en juego nada más y nada menos que ante el campeón del mundo y defensor del título de la Copa América. Será el próximo domingo en Miami desde las 20.00 Hs local (2 am del domingo en España).
Incidentes en el final
Luis Suárez y Jerry Mina protagonizaron un cruce en los 90′ que continuó una vez acabado el partido. El uruguayo estaba desencajado intentando llegar al defensor del Cagliari y tuvieron que pararlo entre varios. Pero lo más grave se vio en las tribunas cuando futbolistas charrúas, entre ellos Darwin Núñez y Richard Araujo, se tomaron a golpes con aficionados colombianos en las gradas. Jose María Giménez explicó que los incidentes se produjeron luego de una «avalancha» de hinchas colombianos y que los uruguayos buscaban proteger a sus familias.
