El Real Madrid escribió un nuevo capítulo en su fantástica historia con la Champions League. Y el Atlético, que buscaba por fin su rol protagónico, acabó obteniendo uno de reparto. Porque por más que lo buscó y lo deseó más que el equipo blanco, la suerte volvió a jugarle una mala pasada. Si hoy no fue el día rojiblanco, ganando antes del minuto, con el Madrid muy lejos de la versión arrolladora que suele mostrar en este certamen y hasta desperdiciando un penalti, la pregunta se plantea sola: ¿algún día lo será?
27 segundos fue lo que tardó Connor Gallagher en adelantar al Aleti. De Paul centró desde la derecha , Giuliano la dejó pasar y el ex-Chelsea decretó el 1-0 anticipándose a Courtois. El primer gol de un inglés en la historia del derbi y un inicio de partido que no podía ser mejor para los del Cholo.
El tempranero tanto alteró los planes de ambos equipos. El local eligió esperar sus oportunidades, con mucha gente detrás del balón y saliendo rápidamente al ataque al recuperarlo. El Madrid, ahora en desventaja, se encontró siendo dueño casi absoluto de la posesión, pero sin saber que hacer con ella. No encontraba espacios y caía en la trampa del Aleti, mucho más encendido y al filo de volver a golpear. Julián, al igual que en el Bernabéu, era el arma más peligrosa y obligó dos veces al portero belga a revolcarse para evitar la segunda caída de su valla.

Un Atlético voraz
La dinámica se mantuvo en el inicio de la segunda mitad. Los colchoneros no solo se imponían en el resultado, sino también en la actitud. Su agresividad a la hora de disputar cada balón superaba a la del Madrid, que jugaba a un ritmo parsimonioso y previsible. Así, Julián volvió a probar a Courtois y Giuliano por poco transforma en gol una caída de Mendy.
Sin embargo, promediando el complemento, la visita se encontraría con una oportunidad inédita en lo que iba del partido. Por primera vez, Mbappé, tocado en lo físico, se encontró con espacios y mano a mano ante los centrales. Con un amague eliminó a Giménez y cuando se preparaba para definir, a Lenglet no le quedó otra opción que bajarlo. Era la ocasión perfecta para asestar un golpe letal. Pero Vini la dejó ir. Su remate acabó en la grada.
Ya con Camavinga y Lucas Vázquez en lugar de Tchouameni y Modric, el Madrid levantó su juego. Aún así, la más clara antes de la prórroga la volvió a tener el Atlético en los pies del recientemente ingresado Correa. Su disparo se fue por arriba. Había 30 minutos más de derbi.

Golpe por golpe y clasificación merengue
Con el cansancio a cuestas y varios jugadores al límite de sus posibilidades, la prórroga ofreció ocasiones de gol en ambas áreas. Correa incomodaba a la defensa blanca con su movilidad, pero nunca pudo encontrar a Sorloth en el área. Valverde contó con la suya para el Madrid, que mostró su mejor versión en esos 30′ gracias a un Bellingham estelar. Nadie pudo romper la paridad. Había que echar suerte en los penaltis.
Mbappé inició la tanda con un correcto remate. Sorloth hizo lo propio para el Atlético y Bellingham acertó el segundo. Era el turno de Julián, posiblemente el mejor jugador de la serie. La Araña le acertó a la red, pero un resbalón al momento de lanzar hizo que toque el balón con los dos pies. O al menos así lo vio el VAR, ya que la imagen no fue clara. Lo cierto es que se anuló su tanto y el Madrid tomó ventaja. No lo merecía el argentino, pero el fútbol dista mucho de ser un deporte justo.
Valverde no falló y Correa casi lo hace, pero Courtois no llegó a contener su tiro. Oblak le devolvió la ilusión al Atlético al tapar el de Lucas Vázquez, pero Fernando Llorente estrelló su tiro en el larguero. Todo quedaba en los pies de Antonio Rüdiger. Y tal como lo hizo en Manchester un año atrás, el alemán decretó el pase a la siguiente ronda.
Irreprochable actuación del Atlético del Cholo, que nuevamente se queda con las manos vacías. Mientras, el Madrid celebró a lo grande una nueva eliminación a su clásico rival y el pase a los cuartos, donde ahora lo espera el Arsenal.
