Nueva York tiene un nuevo dueño. Jannik Sinner, Nº1 del mundo, impuso su ranking y su jerarquía sobre Taylor Fritz para alzar por primera vez en su carrera el US Open con un contundente 6-3, 6-4 y 7-5 en dos horas y 17 minutos de juego. El italiano ratifica con este título su liderazgo en la clasificación y se consolida en la elite del tenis. La sensación es que ha llegado a lo más alto. Y para quedarse.
Con su juego fluido, natural, casi sin despeinarse, desde temprano en el partido quedó claro que su favoritismo no era una simple etiqueta que habitualmente se le imprime a uno de los competidores. A Sinner todo le salía de forma espontánea, con un ritmo y una intensidad imposible de contener.
JANNIK SINNER IS A TWO-TIME GRAND SLAM CHAMPION!! pic.twitter.com/E5VYumaSz6
— US Open Tennis (@usopen) September 8, 2024
Por el contrario, Fritz debía alcanzar el límite de sus posibilidades para ganar cada punto. El servicio, uno de sus armas predilectas, no funcionó como él hubiera esperado (68% de efectividad en puntos con el primer saque) y poco a poco la ilusión que tenía de ser el primer estadounidense en ser campeón del US Open desde Andy Roddick en 2003 se fue apagando.
Un título muy valioso para Sinner, con la confianza por las nubes y enfocado solo en el juego luego de la polémica por su dóping positivo. «Sé que no he hecho nada malo», declaró días atrás. El nacido en San Candido 23 años atrás hizo historia al ser el primer italiano en ganar el torneo masculino en Flushing Meadows (Flavia Penneta lo había logrado en 2015) y el tercer tenista en conquistar sus dos primeros Grand Slams en un mismo año (Jimmy Connors y Guillermo Vilas, los anteriores).
Ante 23.000 espectadores en un Arthur Ashe colmado, Sinner recibió el trofeo de manos de una leyenda como Andre Agassi, el sexto que levanta en este 2024 tras Australia, Rotterdam, Miami, Halle y Cincinnati. Se hace de un cheque por 3,6 millones de dólares y decora todavía más lo que ha sido un año sensacional con un 90% de victorias (55 sobre 60) y casi un 95% si solo tomamos en cuenta pistas duras (35 sobre 37). Con Carlos Alcaraz se plantean el duelo generacional. Y esto tiene pinta de recién comenzar.
