¡España es el rey de Europa! Por tercera vez en las últimas cinco ediciones, por cuarta vez en su historia para convertirse en el máximo ganador de la competición. En el fútbol la justicia no es un valor habitual, pero hoy la hubo. En el Olímpico de Berlín el conjunto de De La Fuente le puso un broche de oro a un torneo en el que fue por varios cuerpos de distancia, el mejor. Siete triunfos en igual cantidad de partidos, sin necesidad de acudir a los penales para avanzar. Un juego dinámico y vistoso, con la explosión de varios jóvenes jugadores. Un profundo sentimiento de equipo y pertenencia. España es un grandísimo campeón.
Lo cerrado del triunfo sobre Inglaterra no debe confundir a nadie. Fue un partido peleado como lo suele ser una final, pero España, a excepción de un pequeño pasaje en el segundo tiempo, fue más que su rival. La Roja cargó con la iniciativa desde bien comenzado el partido, aunque los espacios no aparecían. Inglaterra, apática como en casi todo el campeonato, se conformaba con neutralizar y apostar a una contra. El mérito inglés a lo largo de los primeros 45′ fue no dejar a España. Lo logró y Pickford apenas vio caer algunos centros en su área.
España sufre con Rodri, pero festeja con Nico
La mala noticia de la salida de Rodri por lesión duró poco. En tan solo un minuto, España logró lo que no pudo en toda la etapa inicial. De derecha a izquierda, de Carvajal a Lamine y de Lamine para la llegada de Nico, mientras Dani Olmo se llevaba a los centrales. A la carrera, el del Bilbao agarró a contrapierna al portero inglés y selló el 1 a 0. Comenzaba otro partido.
Se esperaba que Inglaterra inclinara el campo contra Unai, pero lo que vimos fue a una España mucho más cerca del segundo que a los Leones del empate. Olmo y Morata tuvieron las suyas, también Williams. La más clara fue la que Pickford le tapó a Lamine tras una gran jugada dentro del área. Los ingleses solo habían llegado a través de un tiro bastante lejano de Bellingham y cuando parecían no encontrar los recursos para la igualdad, llegó el empate. Saka encontró a Bellingham y este pivoteó para el recién ingresado Cole Palmer, quien con un zurdazo bajo venció la estirada de Simon. 1 a 1 con 15′ por jugarse.
Oyarzabal, Unai y Olmo, los héroes
España sintió el impacto y por unos minutos, Inglaterra se sintió capaz de ganarlo. La sensación, de todas formas, no se tradujo en situaciones de gol. Y a los pocos minutos, a los de Southgate se les iba a caer el mundo otra vez. A los 87′, Dani Olmo filtró para Oyarzabal, quien abrió para Cucurella y fue a buscar al área. Con la marca de Walker encima, el lateral centró bajo y Mikel anticipó a Pickford para hacer delirar a toda España. Era el gol de la victoria. El del campeonato. Como aquel de Torres en 2008, como el de Iniesta en Sudáfrica. Cabía la duda un posible fuera de juego, aunque fue rápidamente despejada. España festejaba.
Entre el tanto de Oyarzabal y el pitido final hubo tiempo para una milagrosa doble salvada. Unai a un cabezazo de Stones y Dani Olmo, sobre la línea, a otro de Guehi. Se celebró como un gol porque valía un título. A los 94′, el francés François Letexier, de correcta actuación, señaló el centro del campo. España era el nuevo rey de Europa.
Rodri y Lamine, premiados
Rodrigo y Lamine Yamal, además de ser campeones de la Euro, se van a sus casas con dos premios individuales bajo el brazo. El mediocampista del City fue distinguido como el mejor jugador del torneo mientras que el del Barca fue elegido como mejor jugador joven, siendo esta la tercera vez que se entrega el premio (Pedri lo consiguió en 2021 y Renato Sanches en 2016).
