Un evento monumental exigía un desenlace épico, y la segunda noche de “Wrestlemania 40” lo demostró plenamente en su evento principal.
Cody Rhodes culminó su travesía al vencer a Roman Reigns y conquistar el título universal de la WWE en un combate repleto de emociones. Durante casi sesenta minutos de acción sin descanso, ambos luchadores exhibieron sus habilidades más destacadas, cautivando al público con la narrativa que habían tejido en el ring durante más de dos años.
Una velada épica
Esta historia había tenido múltiples giros y vueltas, con la participación crucial de otras figuras destacadas de la empresa, que intervinieron en momentos clave y desencadenaron una avalancha de emociones.
La presencia de leyendas como John Cena, The Rock y The Undertaker añadió un aura especial a la noche, elevando aún más la intensidad y la magnitud del evento estelar.
Una nueva leyenda
“The American Nightmare”, es decir, Cody Rhodes acabo la velado con el máximo reconocimiento de la lucha libre profesional, tanto a nivel estadounidense, como mundial, el titulo universal de la WWE. Este hito es algo generacional, pues su padre nunca pudo conseguir, como luchador, este distintivo. Así, con la finalidad de honrar la trayectoria de su padre, Cody logró la máxima distinción.
Una historia que recuerda mucho a la película “The Iron Claw”, protagonizada por Zac Efron, en cuyo nudo se desarrolla la historia de una familia apegada a la lucha libre y un padre exluchador que inculca a sus hijos como ser los mejores luchadores y ganar el título mundial.
La lucha
Tras sus impresionantes entradas, ambos contendientes se tomaron unos momentos para absorber el ambiente antes de lanzarse a un intercambio frenético de llaves, golpes, insultos y momentos de dominio. La modalidad de la lucha, sin descalificaciones ni conteos, otorgó una ventaja inicial al que ostentaba el título de campeón, Roman Reigns.
Con el paso del tiempo, el retador enfrentó las dificultades y se adaptó a los intercambios, legales e ilegales, utilizando movimientos especiales una y otra vez. Sin embargo, ninguno parecía ser suficiente para inclinar la balanza a favor de uno u otro contendiente. Fue entonces cuando el «Tribal Chief» comenzó a desplegar sus estrategias más astutas.
Intervenciones épicas
Jimmy Uso fue el primero en intervenir, atacando a Rhodes y permitiendo que su primo Roman Reigns tomara la ventaja tras aplicar su movimiento característico. Sin embargo, en un giro sorprendente, empezó a sonar la música del hermano de Cody, Jey, un disidente de ‘The Bloodline’. Jey rápidamente sacó del ring al primer invasor y le ejecutó una lanza en las cercanías de la rampa de entrada.
A medida que pasaba el tiempo, el ‘Tribal Chief’ persistía en su intento de derrotar a Rhodes, pero este último se mantenía firme, obligando a Reigns a recurrir a otra estrategia. Solo Sikoa, el ejecutor que ya había intervenido el año anterior, fue enviado al ring para atacar al retador en dos ocasiones. A pesar de los feroces ataques, Rhodes resistió y mantuvo vivo su sueño de victoria.
Cuando parecía inminente un tercer asalto, John Cena sorprendió a todos con su regreso, dirigiéndose directamente hacia el samoano y castigándolo contra una de las mesas de transmisión.
Después de infligir el mismo castigo a Roman Reigns, The Rock hizo su aparición y lo eliminó rápidamente con su emblemático movimiento. Sin embargo, lo inesperado sucedió cuando las famosas campanadas resonaron, anunciando la llegada de The Undertaker. Con su característica garra, eliminó al actor en un giro sorprendente de los eventos.
El final
El momento culminante llegó cuando Reigns despejó el camino, impidiendo la intervención de Seth Rollins, quien intentó atacar a su ex compañero en The Shield con una silla. Estos preciosos segundos permitieron a Cody Rhodes recuperarse, aplicar su movimiento final en tres ocasiones consecutivas y vencer al campeón con un conteo de espaldas, poniendo fin a su historia personal y logrando así su primer campeonato mundial.