El Gran Premio de Austin tuvo un impensado ganador con el triunfo de Charles Leclerc. Saliendo desde la cuarta ubicación, el piloto de Ferrari le sacó todo el jugo a una primera curva en la que la pelea entre Norris y Verstappen, de la cual el gran perjudicado fue Carlos Sainz, le abrió el camino hacia el liderazgo. Se aferró a ese primer puesto con alma y vida, con un ritmo a la altura de las circunstancias, para celebrar su tercer pole de la temporada.
Una nueva desilusión para Lando Norris, quien no suele tener buenas largadas. Es la cuarta vez en el año que cede posiciones partiendo desde la primera ubicación y solo pudo ganar en dos de esas carreras. Y una partida con mucha mala suerte para Sainz, quien siendo tercero era el gran candidato a beneficiarse de la lucha entre el británico y el holandés, pero quedó encerrado y sin opciones.
El español fue por Verstappen en las siguientes vueltas e incluso lo obligo a salirse de la pista. Sin embargo, se encontró con una muy buena defensa del campeón y un auto «sin potencia en la salida de las curvas», por lo que tuvo que esperar su momento. El objetivo era una nueva pole en sus carreras de despedida de Ferrari, pero el colchón de ventaja que sacó su compañero fue demasiado para animarse. El segundo puesto fue un premio justo para su fin de semana y uno muy celebrado por la escudería.
Polémica decisión de la FIA
Norris buscaba arrebatarle el tercer lugar a Max Verstappen en las últimas vueltas. A falta de dos para el final logró sobrepasarlo, pero el holandés alargó la frenada y forzó al de McLaren a salir de pista para no estrellarse contra su rival. Increíblemente, la FIA determinó una sanción de cinco segundos para Lando, condenándolo al cuarto lugar.
Verstappen, que ya le había sacado dos puntos en el Sprint del sábado, estiró la ventaja a cinco con esta decisión. Con 56 puntos por delante de Norris y a falta de cinco carreras para la finalización de la temporada, Max se encamina hacia su cuarto título mundial consecutivo.
Fernando Alonso, 13º
Un fin de semana para el olvido para el dos veces campeón del mundo. Desde el séptimo lugar tuvo que ver como las monoplazas de Haas, RB y Williams lo superaban a lo largo de la carrera. Es evidente que su coche está muy por debajo de lo esperado, con actualizaciones que no dan resultados y que lo han llevado cada vez más abajo. Con mucho esfuerzo acabó 13º, pero podría haber sido peor.
Hamilton, afuera en la tercera vuelta
Si lo de Alonso fue una pesadilla, ¿qué se puede decir del Gran Premio de Lewis Hamilton? El inglés ya venía contrariado desde la clasificación, donde no había logrado pasar de la Q1 y en donde se tuvo que conformar con un pobre 19º lugar. Pero todo empeoraría en la carrera. Solito, en la vuelta 3, sufrió un trompo y se despidió antes que nadie de la prueba, forzando el ingreso del Safety Car.