La evolución tecnológica de los coches en la Fórmula 1 moderna ha hecho de las máquinas el factor determinante. El que tiene el mejor auto, usualmente, gana. Pero si decimos ‘usualmente’ es porque, cada tanto, aparece un piloto para demostrar que todavía la cabeza, los pies y las manos del que se sienta en esa butaca pueden marcar la diferencia. Y tal es el caso de Max Verstappen. Con su magistral actuación en Interlagos, el holandés dejó en claro que no hay mejor que él en el Gran Circo de hoy.
No tiene el mejor auto, propiedad de McLaren desde hace tiempo. No ganaba un GP desde Barcelona en junio. Debió pagar una sanción de cinco puesto por cambios en la unidad de potencia y no fue su día en la clasificación, obligándolo a largar desde la 17º posición en una pista complicadísima por el agua. Y aún así, fue el primero en ver la bandera a cuadros. Una victoria magistral para dar el golpe en la mesa y gritar ‘acá está el tetracampeón‘. No lo es todavía, pero lo será en alguna de las próximas carreras.
La remontada de Max comenzó desde bien temprano en la carrera. En la primera curva ya había pasado tres autos y al terminar la primera vuelta, otro dos. Se comió a Gasly y Alonso y cuando se intuía que Piastri podía darle algún dolor de cabeza para proteger a su compañero de equipo, lo dejó sentado. Lawson lo dejó pasar y para la vuelta 11 ya estaba sexto.
Al innegable talento de Max lo acompañó también la suerte. Cuando todos decidieron parar a boxes, el de Red Bull siguió. Una apuesta arriesgada que pagó dividendos con el golpazo de Colapinto contra el muro en la vuelta 32 que forzó la bandera roja. Un cambio de neumáticos gratis y el 2º puesto que ya había conseguido, asegurado. Ocon, primero en aquel momento, no fue rival y Max no solo logró la pole sino también la vuelta más rápida. Se va de San Pablo rumbo a Las Vegas con 62 puntos de ventaja sobre Norris. El tetracampeonato, a la vuelta de la esquina.
Lando no estuvo a la altura
Si Norris tenía posibilidades de pelearle el título a Verstappen, las echó todas a perder en San Pablo. Largando desde la pole, perdió el liderazgo en la primera curva contra Russell. Las largadas siguen siendo una cuenta pendiente para el inglés, acostumbrado a desperdiciarlas. Y avanzada ya la prueba, se pasó en dos curvas, cayendo al 7º puesto. Piastri le devolvió el sexto lugar, pero ni Lando ni McLaren deben estar satisfechos con la performance de joven piloto en Interlagos.
Alonso 14º y Sainz no logra terminar
Tras una gran clasificación, Fernando Alonso anduvo cómodo en el 9º puesto durante gran parte de la carrera, pero un error en la parte final lo condenó al 14º puesto. Acabó la prueba con mucho dolor en su espalda por el rebote de su auto.
Peor suerte tuvo Carlos Sainz. Ganador en México, el de Ferrari llegó a ponerse 12º habiendo partido 18º desde el pit lane. Sin embargo, un accidente a mitad de carrera le impidió finalizar la carrera.