Eden Golan, representante de Israel en Eurovisión 2024. (EFE/Jessica Gow)
La polémica está servida en Eurovisión desde el martes, el día de la primera semifinal del concurso musical. Los representantes de muchos países y miles de eurofans lo tienen claro: no quieren a Israel en Eurovisión. La participación del estado de Oriente Medio en el certamen ha acabado siendo una realidad, a pesar de haber presentado dos propuestas anteriormente que habían sido vetadas por la UER por contener metáforas y referencias a los 247 soldados israelíes muertos en Gaza.
E Israel lo sabe. La delegación no se personó en la ceremonia de apertura, ni en ningún otro acto en el contexto del festival, más allá de los ensayos de la segunda semifinal. Ya en estas pruebas, recibió abucheos y gritos de “free Palestina” que, durante el streaming para prensa, fueron tapados con falsos aplausos.
También durante la actuación en la Segunda Semifinal de Eurovisión 2024, el público se ha manifestado rotundamente en contra del país de Medio Oriente con gritos y abucheos desde el Malmö Arena, Suecia. No obstante, a juzgar por lo que se ha podido escuchar al otro lado de las pantallas, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha intentado «censurar«el sentir de los eurofans.
Tal y como se señaló en las redes sociales, la organización podría haber implementado una tecnología antiabucheos, además de reproducir aplausos enlatados. A través de las redes sociales, diferentes usuarios han manifestado que Eurovisión ha intentado «tapar» los abucheos. De hecho, lo que se ha vivido durante la retransmisión contrasta drásticamente con los vídeos subidos a las redes sociales de los eurofans que estaban en el mismo escenario. Lo cierto es que hasta han acusado a la organización de «enlatar aplausos» y «subir el volumen» del micrófono de la cantante, en detrimento del sonido ambiente.
La reacción de Israel a los abucheos
Los representantes de la emisora pública israelí KAN protestaron contra la organización de Eurovisión 2024. Una jornada después, ya durante la mañana del día 9 de mayo, se registró una queja formal ante la UER para que se garantizase una competición musical en condiciones de imparcialidad e igualdad.
A juicio de la delegación, lo vivido durante el ensayo general previo a la Segunda Semifinal podía impedir que Israel compitiese «de manera justa». Incluso se hizo alusión al pañuelo palestino que Eric Saade, artista invitado en la Primera Semifinal, reiterando una queja hacia la politización del evento.
Por su parte, el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu también salió al paso de los abucheos y mostró su apoyo a la cantante en X (Twitter). «Eden, me gustaría desearte suerte, pero ¿sabes qué? Ya tienes suerte. No solo estás compitiendo en Eurovisión con mucho orgullo y de forma impresionante, sino que también te enfrentas a una repugnante ola de antisemitismo«.
Netanyahu fue de lo más contundete para cerrar filas con Golan, quien representa de manera «honorable» a Israel según su criterio. Además, reiteró sus ánimos respecto a la intérprete: «Que sepas que cuando te estén abucheando, nosotros te estaremos animando desde aquí», comunicó.